En un año y cuatro meses de gestión se ha alzado con una figura política en la Región, visibilizando no solo las carencias de una comuna que combina lo urbano con lo rural, sino además, entregando su opinión política sin complejos, como cuando ha defendido la gestión de la delegada presidencial.
La alcaldesa de Santa Juana, Ana Albornoz, contabiliza un año y medio en el cargo, y desde entonces ha logrado una de las tres etapas que contempla su plan de gestión para la comuna: visibilización.
Ella misma lo explica así: “creemos que hemos logrado el primer punto, visibilizar Santa Juana. El segundo paso es presentar proyectos de transformación, y los tenemos. Y el tercer paso es acercar a las personas, no solo infraestructura, sino también a derechos (…). Esas tres aristas son las que nos van a dar la capacidad de mostrar, que un gobierno local pequeño, puede ser de transformación para sus vecinos y no se sienta menos que las grandes conurbaciones”.
En esta entrevista con Diario Concepción la jefe comunal habló de la realidad de su comuna, pero también de contingencia política, donde antes destacó como vocera del comando del Presidente Gabriel Boric y en las últimas semanas, ha defendido la gestión de la delegada presidencial, Daniela Dresdner.
Sobre lo último comentó que “uno tiene que ser objetivo. Conozco a Daniela y he visto su trabajo de cerca. Obviamente estoy interesada en el trabajo del gobierno. Los delegados y los seremis siguen lineamientos que vienen desde La Moneda y ahí hago la distinción, porque he tenido diferencias con los seremis, porque soy alcaldesa de Santa Juana, y no me gustan los lineamientos que algunas Seremis tienen con las comunas rurales, y cuando es así, lo doy a conocer, porque mi primera preocupación son mis vecinos”.
Albronoz destacó la organización y “templanza” de la delegada presidencial, pues tiene que “resistir una Región que es una de las más complicadas de Chile. Tiene el conflicto en Arauco. Además, tiene que resistir una coalición que se gestó cuando llegamos al gobierno, que no nos conocíamos. Nosotros no compartíamos con el PS. Dentro del AD, por ejemplo, yo no soy parte del Frente Amplio, y el PS tiene otra realidad. Somos una coalición muy rica, pero muy difícil de conducir. Ella ha realizado trabajo en seguridad, que es uno de sus principales roles y el gobierno ha logrado desarticular a una de las bandas criminales más importantes del país. Pero sí, hay un tema comunicacional. Ahí hay que ser autocríticos. Estamos al debe”.
– De hecho, llama la atención que todavía no exista una bajada regional del Proyecto de Presupuesto 2023. ¿A eso se refiere?
– O no lo logramos llegar a los medios. Cuando asumí en Santa Juana sabía que tenía que visibilizar la comuna, sino nadie se iba a preocupar de nosotros. Por ejemplo, en nuestro proyecto de turismo, como la pronta inauguración de nuestro fuerte, donde queremos instalar una cafetería, haciendo una alianza con cafeterías y restoranes de Concepción. Hay que lograr encantar a los medios también. Y ahí, como lo dijo la delegada en una extensa entrevista, en los seremis era necesario un cambio de actitud. A quienes me acompañan en Santa Juana les digo hay que darlo todo por la comuna. Hay personas, que no son de nuestro sector político, que están enquistadas en todas la reparticiones públicas, pero con ellos tenemos que trabajar. No se trata del proyecto de un gobierno o, en mi caso, de un gobierno local, es un proyecto de país, de comuna. Hay que ayudar a nuestros vecinos, sobre todo, en esta crisis económica que tenemos.
– Dijo que ha tenido diferencias con algunos seremis. ¿Dónde ha tenido problemas?
– Yo tuve problemas con el gobierno anterior. El seremi de Agricultura, por ejemplo, no fue a Santa Juana, siendo una comuna rural, siendo el banco de semillas y comida de la Región del Biobío. En este gobierno tuvimos problemas con Vialidad, no particularmente con el seremi. Había, en la interna, problemas por la Ruta de la Madera, y yo soy alcaldesa de Santa Juana. Nos reunimos y se solucionó el problema. No se trata de no tener diferencias, pero yo tengo que hacer mi trabajo y no voy a permitir que mi comuna quede aislada, cada vez que haya mal tiempo.
En su año y cuatro meses de gestión Albornoz ha experimentado con experiencias que sabía que tendría afrontar y otras que no.
Sobre lo primero, sabía que existía poca capacidad técnica parar realizar proyectos y que la gestión municipal se basaba en asistencialismo: “hacer sedes sociales, entrega de planchas de zinc y cajas de alimentos”. También reconoció el trabajo que realizó la anterior administración en materia de pavimentación.
No obstante, también se encontró con ausencia de trabajo en problemas relacionados con salud, la educación o justicia. “No existía una oficina de la mujer”, contó pese a los negras cifras de violencia que existen en la comuna.
“La violencia contra la mujer está en todo el país, pero en el Chile rural, están más acrecentada, más oculta y también más permitida, porque culturalmente, no se sabe que se vulneran derechos. Nosotros, en promedio de población, Santa Juana tiene más casos que Coronel y Concepción. Tuvimos que hacer un trabajo desde el Plan de Educación incluyendo una línea transversal de inclusión de género, medioambiente y educación ciudadana”, contó la alcaldesa.
Agregó que “me encontré con falta de apoyo político. Para las autoridades, de todos los colores políticos, la comunas pequeñas no representan un botín electoral importante. Ahí pensé en la posibilidad de asociarnos con otras comunas pequeñas. Por ejemplo, si no tenemos proyectos grandes de vivienda, ante la falta de suelo, porque no hablar con las forestales. Si teníamos problemas de aguas, porque no hacer un círculo virtuoso que involucre lo público y lo privado. Este gobierno, aunque sea poco objetivo, porque soy parte de este gobierno, se preocupa de la comunas pequeñas”.
– Usted ha dicho que trabaja con los privados, algo impensado para quien se declara de izquierda. Además, sostiene que hay temas que a los políticos no les importa, porque no genera réditos electorales, sin embargo, se hace cargo de ellos. ¿No cree que sea contraproducente para su proyección política?
No. Como te decía, nuestro primer paso fue visibilizar, interpelar, protestar. Yo creo que la izquierda no se puede quedar solo en la agitación. Soy muy crítica de los movimientos de izquierda que solo agitan. Yo podría hacerlo, vengo del mundo sindical, fui abogada de la Unión Portuaria, de las Trabajadoras de Casa Particular, no falté a una marcha del estallido social y todo el mundo feminista me conoce. Pero no podemos quedarnos en la pura crítica, si estamos en la institucionalidad tenemos que construir. La política tiene dos fases, una que tiene que ver con la cuestión electoral, en la que uno no puede cerrar los ojos; y la fase arquitectónica, que significa construir (…). En Santa Juana la gente no quema los pinos ni corta los caminos, pero Arauco y Cmpc no ponían ni un peso. Ahora tenemos una buena relación con Cmpc, y estamos trabajando nuestra relación con Arauco. Los privados tienen que aportar a las comunas, es su obligación, conviven con nosotros. Son dueños del 80% de nuestra superficie, entonces, es un contrasentido. Creemos que el mundo laboral también tiene que estar involucrado, los derechos que tienen y la capacidad que tenemos de generar mano de obra. Eso sí, sin transar el tema medioambiental. No vamos a entregar la cabecera de los ríos (…) Hay que llamar la atención de los poderes fácticos para poder lograr algo. Eso no dificulta mis opciones electorales, soy una mujer feminista, quiero seguir en política, y después de Santa Juana por qué no aspirar a otro cargo de representación popular. Las mujeres tenemos que aspirar a tener el poder político, porque siempre hemos tenido el poder doméstico.
– Entiendo que tiene buena relación con los alcaldes de territorios similares. ¿Pasa en general con todas las autoridades políticas?
– Tengo mucha conexión con Alejandra Burgos (de Curanilahue), a pesar de que ella no es de Apruebo Dignidad, pero es una alcaldesa feminista asumiendo un desafíos muy parecido al mío. Nos hemos apoyado mucho, también con alcaldes de comunas pequeñas. Estamos a punto de conformar una asociación de municipios pequeños. Queremos una organización transversal y horizontal, de apoyo mutuo, realizar proyectos espejo que nos sirvan a todos. Eso implica no agachar la cabeza frente a la empresa privada y a las autoridades más poderosas. Implica unidad. Conversábamos en la asociación que no somos 8 mil votos, todos juntos somos 100 mil votos. Hay otro poder político, hay que pensar así, estamos jugando con esas reglas.
Dentro de la planificación de la alcaldesa santajuanina hay una etapa en la busca concretar proyectos de transformación. Uno de ellos tiene que ver con el transporte público, que la misma Albornoz califica como su “proyecto estrella”, en particular, porque se trata de una arista muy poco visibilizada.
“El pasaje de Santa Juana a Concepción cuesta $1.500 y los buses son los mismos que estaban cuando yo estudiaba en la Universidad Católica hace 20 años, más o menos. Los buses se demoraban una hora, con mucho calor, sin paraderos adecuados… y nadie se preocupaba de eso, considerando además que la gente no trabaja en Santa Juana. Tampoco hay hospitales. Entonces, tiene que venir a Concepción. Hicimos un proyecto y fuimos donde el subsecretario de Transporte, Cristóbal Pineda, se lo planteamos y nos diseñó un proyecto piloto de transporte para comunas rurales y mixtas, donde el gobierno nos va a poner $1.200 millones y nuestros adultos mayores no van a pagar pasaje. Con maleteros para que los vecinos de la comuna puedan llevar sus productos y comercializarlos en Concepción. Además, con mayor frecuencia”, contó sobre una idea que espera se materialice en junio del 2023.