El complicado dilema de ser seleccionado nacional pero vivir en regiones
19 de Diciembre 2022 | Publicado por: Ricardo Cárcamo
Actualmente, la mayoría de los deportes maneja las concentraciones y entrenamientos de los representativos chilenos, femenino y masculinos en sus diferentes categorías, en Santiago. Ello implica, cuando ya se forma parte permanente de los procesos, viajar constantemente a la capital, en una logística que junto a los pasajes incluye alojamiento, traslados, alimentación y otros costos. Dicho dinero -cifra que puede llegar a $200 mil mensuales- muchas veces es costeado por familiares del atleta, quien por el desgaste físico y mental de esta dinámica puede terminar dando un paso al costado. ¿Cómo se puede cambiar este modelo? ¿De qué manera puede avanzarse en la descentralización del deporte?
Ser nominado a una selección debe ser uno de los mayores orgullos y metas de quien practica un deporte en el alto rendimiento. Sin embargo, en un país centralizado como Chile, y donde la práctica deportiva está muy lejos de los estándares de naciones desarrolladas, ese honor puede terminar transformándose casi en una pesadilla.
Sí, porque la mayoría de las concentraciones y entrenamientos de todos los deportes, de todas las edades en damas y varones, se realizan en Santiago. Cuando un atleta ya forma parte permanente de un proceso, debe estar viajando constantemente a la capital, prácticamente todas las semanas, y junto con el sacrificio físico y mental que ello implica, también hay un costo económico importante que muchas veces lo asumen sus propias familias. Esta cifra puede llegar, incluso, a $200 mil pesos mensuales.
Por ello, es normal que un deportista de regiones se enfrente a la siguiente encrucijada: dejar la alta competencia por los factores mencionados anteriormente o bien trasladarse a Santiago para hacer más llevadero el proceso. Voces ligadas a distintos deportes analizaron el tema, y coinciden en lo complicado que resulta ser seleccionado si se vive fuera de la capital. Además, que mientras se mantenga el actual sistema es probable que muchos talentos se queden en el camino.
Varios ejemplos
Raúl Umaña lleva mucho tiempo en el balonmano, un deporte donde lo expuesto previamente se aplica de forma perfecta. “Muchos se quedan en el camino por plata, tiempo, cansancio y estudios, entre otros. El programa Promesas Chile -donde él trabaja- en algunas ocasiones cubre estadía (hotel y alimentación), pero hay que ser conscientes de que los recursos son limitados y cuando hay grupos viajando durante el año, es difícil sostenerlo incluso con el financiamiento del programa. Por ejemplo, en el caso puntual del balonmano este año, de Biobío, entre damas y varones, participaron del proceso de selección cerca de 15 deportistas, algunos viajando todas las semanas”.
Al respecto, agregó que “es una carga en el largo plazo. Al final de año, nadie quiere viajar. Por ejemplo, si haces proceso dos años de infantil y dos años de cadete, son cuatro viajando y ya no quedan ganas. Muchos desertan o se van a vivir a Santiago, estos últimos son los menos, pero hay casos como Valeska Lobera, Sofía Alarcón, Pilar Núñez y Romina Ramírez, todas actualmente en la selección adulta, y en varones están Nicolás Moraga, Sebastián Pavez, Francisco Salazar, Óscar Del Pozo y Camilo Hernández. La mayoría tomó la decisión de irse a Santiago a los 16 años”.
Umaña afirmó también que “aparte del cansancio, se hace insostenible desde lo económico. Un viaje a Santiago son, por lo menos, $50 mil. Imagina que familia puede sostener, dos viajes al mes o cuatro como se da en algunos casos. Si eso lo llevas a un año o se saca por mínimo 8 meses, el gasto es enorme. El proceso de selección hoy en día está muy limitado al esfuerzo y capacidad económica de la gente de regiones. En muchos casos, de una selección un 50 o 60% viene de fuera de Santiago, sin considerar a la Quinta y Sexta Región que están a una distancia más corta”.
Evelyn Bastidas, entrenadora de hockey del ClubAmanecer, comentó que “es una problemática que viven muchas disciplinas actualmente, por no decir todas. En el hockey se ha evolucionado un poco, y todo está centralizado en Santiago, igual se hacen concentraciones en regiones. Este año hubo de Sub 12, Sub 14 y Sub 16 en Concepción, Los Ángeles, Viña, Antofagasta, donde fueron coach de seleccionados adultos a buscar talentos. Sin embargo, cuando esos talentos quedan en un proceso de preselección deben viajar a Santiago, y para chicos de 12, 14 o 16 años es muy complicado el tema de las distancias y en lo económico la inversión no es menor. Viajar, el alojamiento, comida, transporte, y muchas veces todo eso es costeado por la misma familia de los deportistas”.
En esa línea, agregó que “las federaciones deben hacerse cargo. Hoy las regiones tienen talentos, pero muchos quedan en el camino porque no hay bolsillo que aguante y los chicos igual se cansan, es demasiado el desgaste, y es un proceso muy complicado. Personalmente, lo he vivido con varios chicos en Amanecer: de seis que tuvimos en un momento sólo quedó uno, pues los demás desertaron por el agotamiento, cansancio y por lo económico”.
Daniel Romo, entrenador de Old John’s, señaló que “el rugby tiene su centro operacional en Santiago, en el Parque Mahuida donde está el Centro de Alto Rendimiento, pero hace unos años se instalaron unos centros de alto rendimiento en regiones. En Concepción existe uno, en las instalaciones de Los Troncos, entonces jugadores que estén en proceso de academia entrenan en este lugar. La academia es la puerta que te abre la posibilidad de llegar al seleccionado. Están con entrenadores locales bajo las directrices de Santiago. Y a partir de ahí, cuando hay distintos procesos de torneo, cosas por invitación, llaman a estos jugadores para ir viéndolos en cancha. Si bien hay un centro en Santiago donde entrenan los Cóndores o Selknam, en regiones igual se está impulsando que existan para masificar el deporte “.
Más allá de eso, el tema selección es como en la mayoría de las disciplinas:centralizado. “Acá más que nada se enfocan en la parte física y el desarrollo de destrezas individuales, nada como de trabajo colectivo, por lo tanto siempre hay una etapa que se hace en la capital”, aseguró Romo.
De ese proceso que hay que hacer como seleccionado, el técnico de Old John’s afirmó que “todo deportista de alto rendimiento en algún momento de su carrera, sobre todo cuando son deportes colectivos, tiene que hacer algunos sacrificios. Si estuviésemos en otro país, donde la cultura deportiva es distinta, claro que podríamos exigir algo distinto. Los atletas deben sacrificarse, y eso pasa para quienes son seleccionados en los viajes, buscar dónde hospedarme. Hoy en día, sé que Chile Rugby tiene una especie de becas, donde te bonifican algunos gastos. Jugadores de acá que han sido parte de procesos de selección en su momento se pagaban todo, pasajes, alimentación, y representaban a Chile con tremendo orgullo”.
Experiencias internacionales
Roland Fritsch es uno de los jugadores más emblemáticos en la historia de Basket UdeC. Hace años está radicado en Georgia, Estados Unidos, y desde allá entregó detalles de cómo funciona el deporte formativo en un país reconocido por ser muy exitoso en varias disciplinas.
El nivel más básico son los colegios. Muy pocos clubes deportivos formales como existen en Chile, más que nada son los colegios, de ahí los mejores se inscriben en un sistema que se llama AAU (Amateur Athletic Union) y ellos tienen competencias por todo el país. Hay un montón de chicos que se forman y los mejores pasan a un travel team, que viajan dentro y fuera del estado, y compiten todo el año. Los mejores jugadores de AAU los empiezan a ver los scouts de las universidades”, partió diciendo.
En ese sentido, agregó que “donde están las diferencias. Primero, las horas de entrenamiento y la intensidad una vez que entras al High School, la enseñanza media. Antes de eso, entrenaba a mis hijos y eran dos, a veces tres prácticas por equipo y se juega el fin de semana. Bajo los 15 años, ese es el ritmo. En High School hay dos equipos: Varsity, que es el mejor, y Junior Varsity, donde juegan los más chicos, es como un equipo B, de primero y segundo medio. Eso es muy bueno, porque se le da minutos a todos, no como en Chile que a veces estás en primero medio y no juegas nunca pues los más grandes físicamente son más fuertes (…)Los gimnasios están abiertos casi siempre, y por ejemplo hacemos sesiones de lanzamiento tres veces a la semana a las 6.30 horas, y por la tarde el entrenamiento es de 15 a 17 horas, y tienen dos a tres partidos por semana. Y dentro de clases, tienen clases de pesa y musculación. En Chile, con el equipo del colegio entrenabas con suerte dos veces por semana, y acá se practica hasta los domingos”.
¿Y las selecciones?Fritsch comentó que “los equipos AAU funcionan fuera de la temporada regular por decirlo de alguna manera. Primero, se hacen selecciones locales, estatales, y después hay del estado y competencias nacionales. Georgia tiene como 12 millones de habitantes, entonces se podría comparar un poco con Chile. Tienen centros de entrenamiento separados en el norte y en el sur, no los obligan a juntarse en la capital. En Chile, en mis tiempos uno iba a quedarse a Nataliel Cox, que era de la federación y nos quedábamos en un hotel, y era complicado para los que vivían más lejos. Acá se hacen campeonatos en diferentes ciudades, y todos los jugadores se les da una categoría y se juntan a entrenar, no se forman selecciones de forma inmediata”.
Además, el “Bombero” destacó que “acá para los papás, las familias, para todos el deporte es importantísimo y lo ven como una vía para conseguir una beca deportiva, pues la educación es cara. Para la mayoría, en el colegio, el objetivo no es ser profesional, sino conseguir una beca. En Chile eso no pasa, pues el acceso a becas es restringido… Buscas ganar un campeonato x, pero no tienes un objetivo macro, esa ‘zanahoria’ al final del camino… Igual es todo el año sin parar, es casi demasiado. En Chile, la motivación deportiva está en el fútbol, pues puedes llegar a ganar buenas lucas a los 18, 19 años, pero todo el resto de los deportes no ves un norte más allá de competir y querer ganar algo. El deporte no es una herramienta como en Estados Unidos, y eso también se ve en los resultados”.
Sobre si la infraestructura puede marcar que en Chile el deporte esté tan centralizado, Fritsch afirmó que “lo que he aprendido acá… Pensé que la infraestructura a nivel de clubes iba a ser mucho mejor que en Chile, y no es así. Lo que sí se hace acá es que la que existe se ocupa de mejor manera. Los gimnasios de los colegios, como son municipales, al final del día se prestan para clubes y otras actividades, todos se ocupan siempre, todos los días. Nunca vas a ver un gimnasio vacío, se ocupan los recursos al máximo. Además, acá es muy fuerte el tema de las iglesias, que tienen complejos deportivos muy buenos. Son centros sociales, con un montón de servicios, y dentro de ellos muchas tienen gimnasios que los prestan a los clubes deportivos”.
Y marcó otro aspecto fundamental para el desarrollo del deporte formativo. “Lo otro que es muy importante es el voluntariado, lo que no se ve mucho en Chile. Acá, bajo los 15 años, la gran mayoría de los entrenadores son voluntarios, gratis. Yo por ejemplo entrené equipos de mis hijos de fútbol cuando tenían 5, 6 años. La municipalidad organiza campeonatos, y los mismos papás se organizan para todo lo que implica, en diferentes funciones. En Chile, eso no pasa mucho”.
De experiencias internacionales, Raúl Umaña detalló que “Argentina tiene un proyecto de desarrollo similar al que tiene Promesas Chile, en algunas provincias y trabajan de manera permanente. Brasil, no tiene selecciones menores, solo desde juvenil hacia arriba, pues son muy fuertes a nivel de clubes y normalmente el club campeón del torneo brasileño, representa al país”.
¿Cómo mejorar?
Evelyn Bastidas indicó que “hay que inyectar más recursos al alto rendimiento en regiones, pero no sólo pasa por el estado sino por las federaciones, como se proyectan en sus disciplinas. No podemos concentrar solo en Santiago el alto rendimiento, y eso igual tiene que ver con preparación de entrenadores, con infraestructura acorde. Acá, por ejemplo, no hay una cancha pública de hockey, y para cualquier proyecto debes tener el apoyo del Deportivo Alemán o Country Club Concepción para que faciliten sus instalaciones. Igual creo que hemos ido mejorando, la federación está haciendo cosas, se sale un poco a regiones, vienen los head coach, se hacen talleres”.
Además, señaló que “en los torneos, en un momento todo era en Santiago, pero hoy hay tanta actividad en regiones que deben salir de la capital, por ejemplo a Concepción, pues hay varios equipos federados acá y un poco más al sur”.
Para Raúl Umaña, “la federación debería en conjunto con las asociaciones quizás, establecer un nuevo orden al respecto. Las asociaciones tampoco es que hagan fuerza por desarrollar algo de otra manera… En damas, te podría indicar que se ha tratado de avanzar en algo, pero responde a esfuerzos y dedicación personal de Felipe Barrientos, pero en varones no se ve mucho cambio al respecto. A nivel general, no creo que el sistema cambie a corto plazo. Es cómodo y en principio daba resultados, ya que no en todo Chile existía desarrollo, pero ya en todas las regiones del país hay trabajo y siempre a lo menos un chico o chica con condiciones va a aparecer. Si se trabajara en detectar y aumentar en volumen de practicantes, quizás sería distinto”.
El técnico del programa Promesas Chile propone su modelo:“Para mí debería ser: vinculación fuerte con Promesas Chile, ya que hay en Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins, Biobío, La Araucanía y Magallanes, y existen otros polos de desarrollo con financiamiento de los gobiernos regionales en Maule y Ñuble, que es lo que conozco. La mitad de las regiones pueden realizar trabajo coordinado, y el seleccionador nacional, recorrer dichos centros. Además, potenciar a aquellas regiones que no tienen Promesas Chile y concentrar una vez al mes con todos los deportistas, que es un poco el modelo en Argentina. También coordinar competencia, para verlos jugando, pues hay muchas regiones donde no se juega permanentemente, por traslados, por falta de equipos, por costos, por infraestructura, y llegan chicos a la selección con cero partidos o menos de 10 en el año, cuando mínimo deberían ser 30 por temporada”.
Sobre su idea, añadió que “ese concentrado da un poco lo mismo el lugar que se realice, porque viajar una vez al mes ya no es tan duro como todas las semanas o cada 15 días. Igual, lo ideal sería realizarlo en diferentes regiones, porque de esa manera la selección trabaja en distinto lugares y más chicos pueden ver más cercana la posibilidad de estar. Lo otro que creo que se debe realizar es que normalmente las categorías son de dos años y siempre el de segundo año, que es un año mayor, tiene la posibilidad mayor de quedar en la nómina final, y no hay trabajo con los de primer año, por lo que se pierde tiempo en el proceso formativo de quienes van quedando en el camino siendo los más chicos”.