Organizaciones de DD.HH. y de Familiares de Detenidos Desaparecidos, en conjunto con autoridades, realizaron actos en pos de la democracia y en homenaje a las víctimas del régimen.
En un nuevo 11 de septiembre, en que esta vez se conmemoraron los 50 años del Golpe de Estado, diversas actividades marcaron la jornada nacional y regional con actos de memoria y de compromiso con la promoción de los derechos humanos y la democracia.
Es así que en Concepción, desde temprano, se reunieron autoridades regionales junto a agrupaciones de familiares de detenidos desaparecidos, como de promoción por los DD.HH. para conmemorar la fecha, efectuar la firma por el respeto a los derechos fundamentales y, durante la tarde, efectuar una marcha simbólica por el centro de la ciudad.
De tal manera, universidades, Delegación Presidencial, Gobierno Regional, alcaldías, plazas y parques, fueron puntos de encuentro para recordar a quienes sufrieron los crímenes del régimen militar, como para dejar en claro una consigna civilizatoria: nunca más.
Si bien las actividades para reflexionar lo que ocurrió hace cinco décadas en el país vienen trabajándose desde hace tiempo por parte de diversas organizaciones, este lunes la instancia que dio el puntapié inicial a las otras programadas para el día, fue la Ceremonia Oficial de Conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado.
El encuentro se llevó a cabo en la Plaza de Independencia y con vista hacia el edificio de la Delegación Presidencial, desde donde colgaba una bandera blanca grande con la palabra “justicia” y un cartel que representaba a detenidos desaparecidos.
En dicha oportunidad, la delegada presidencial del Biobío, Daniela Dresdner, señaló que “lo que estamos haciendo, y que es lo que ha hecho el Gobierno constantemente, tiene que ver con avanzar en poder cumplir los compromisos que hasta aquí no se habían cumplido”.
“Firmamos un compromiso por el resguardo siempre de los derechos humanos y de la democracia. Eso es parte importante para que esto (el Golpe de Estado) no vuelva a ocurrir nunca más”, señaló Dresdner.
A ello, añadió que los compromisos, además de resguardar los derechos humanos y el sistema democrático de la nación, también van en la dirección de lo que significó la puesta en marcha del Plan Nacional de Búsqueda, largo anhelo de los familiares de detenidos desaparecidos.
Tras la ceremonia, Hilda Espinoza, quien aún espera respuestas por su esposo detenido desaparecido en 1975 en Viña del Mar, quien era estudiante de odontología de la Universidad de Concepción, señaló que “este día lo recuerdo con el corazón muy apretado, todavía siento el bombardeo a La Moneda y cuando anunciaron la muerte de nuestro Presidente, Salvador Allende”.
“Aún me sigue doliendo a pesar de los 50 años”, explicó Hilda Espinoza, aunque, el firmar el acuerdo por la democracia y los DD.HH. sinceró que “es un paso más en nuestra reparación que los familiares de detenidos desaparecidos hemos buscado por años para saber dónde están nuestros familiares, dónde los enterraron, a qué parte del mar los tiraron, para tener por fin una reparación y una calma en nuestros corazones”.
En esa misma línea, Elizabeth Velásquez, hermana de Héctor Velásquez, detenido desaparecido en 1977 en Buenos Aires, y de Ernaldo Velásquez, detenido desaparecido en 1973 en Villarrica, señaló que espera que lo firmado, “de todo corazón, que se asuma, que sea un apoyo para nosotros, que sea algo efectivo y que nos acompañe en esta eterna búsqueda”.
Asimismo, José Acevedo, hijo del exalcalde de Coelemu -detenido desaparecido en 1974-, sinceró que la firma de este acuerdo “es algo bastante importante y significativo. Esperamos que esto se cumpla a nivel país y que se respeten los derechos humanos para que no vuelva a ocurrir lo que ocurrió en el pasado”.
“Esperamos que los gobiernos que vengan estén comprometidos con nuestras causas y que se vayan cerrando ciclos con todo esto, que se vaya avanzando. (…) Los que cometieron delitos de derechos humanos que hablen y digan dónde están nuestros familiares para poder cerrar un ciclo y avanzar en este país”, agregó.
Luego de la ceremonia oficial, en el frontis de la Municipalidad de Concepción se izó la bandera por la Verdad y Justicia, junto a unas palabras de José Acevedo y la presencia de familiares de detenidos desaparecidos como Digna Navarrete, la última madre con vida del Biobío que aún espera noticias de su hijo, Gonzalo Fuenzalida.
En la instancia, el alcalde penquista, Álvaro Ortiz, abordó en la misma línea que las anteriores autoridades que “durante ya varios meses estamos realizando diferentes actividades vinculadas a la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado”.
“Hemos izado la bandera, una vez más, de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Agrupaciones de Derechos Humanos que, por cierto, nos recuerdan lo fatídico de ese 11 de septiembre de 1973, pero también lo hacemos con un espíritu constructivo para las futuras generaciones”, dijo Ortíz.
La Universidad de Concepción (UdeC) se sumó a las instancias de memoria. Es que la casa de estudios penquista fue una de las entidades con más consecuencias en contra desde la llegada de los militares al poder. Esto desde la intervención institucional hasta la detención y asesinato de los miembros de la comunidad universitaria.
El rector de la UdeC, Dr.Carlos Saavedra, fue quien encabezó la ceremonia. En primera instancia realizó un discurso donde llamó al cuidado de la democracia, junto con recordar a las más de 70 personas víctimas de la represión. De hecho, se presentó una placa con el nombre de cada una de estas, a un costado del memorial “La Ronda de Unidad” que data desde hace 30 años.
“Como Universidad, junto con poner en el centro de este momento el apego irrestricto a los Derechos Humanos, la convivencia de la civilidad a través de la democracia y el rescate sistemático de la memoria, estamos compelidos a poner todas nuestras capacidades y creatividad para avanzar en esta tarea incompleta, sosteniéndonos siempre en estos tres pilares de convivencia humana, haciendo partícipe de este esfuerzo a toda nuestra comunidad”, indicó el Dr. Saavedra.
En la Universidad del Bío-Bío (UBB), unas 100 personas se reunieron para recordar a docentes y estudiantes asesinados como también algunos desaparecidos luego del Golpe de Estado, y que pertenecían a la entonces Universidad Técnica del Estado.
Tras el acto que contó con la presencia de la música y artista escénica penquista, Javiera Hinrichs, y con unas palabras del director de teatro penquista, quien estudió en la Universidad Técnica del Estado y fue testigo de compañeros universitarios que nunca más volvieron, el rector de la UBB, Benito Umañana, explicó que: “Esta actividad es muy significativa para nosotros como universidad por varias razones. Primero, porque hemos incorporado en la memoria todo lo que ha ocurrido, pero especialmente lo que ocurrió en la Universidad Técnica del Estado. (…) Somos parte de esa historia, somos parte de la rica herencia que dejó tanto trabajo de mucha gente”.
Agregó que “el proceso de conmemoración también implica mirar el futuro, por lo que es importante que los estudiantes que van a ser los líderes de distintas formas en la sociedad, entiendan la memoria, sepan la historia, pero también se hagan cargo del futuro, de los procesos que el país debe vivir y de los espacios de mejora”.
Por su parte, Julio Muñoz habló de las historias y lo que simbolizan los actos que marcaron la jornada de ayer. “El espacio de la memoria tiene que ver con contar las historias de los sobrevivientes de esta tragedia. (…) Dentro de todo eso, también está todo el recuerdo de los sueños y las esperanzas. (…)
“Hay que transmitirle a los jóvenes de hoy, algo de esas experiencias para que los ayuden a concebir una nueva manera de luchar por los derechos, los deberes y por una sociedad más justa”, dijo Muñoz.
Finalmente, y bajo la convocatoria de las Organizaciones de DD.HH. De Concepción, se realizó una marcha multitudinaria que recorrió las principales avenidas de la ciudad, en donde participaron más de 2 mil personas.
Entre ellas, autoridades, estudiantes, y, por supuesto, los familiares de detenidos desaparecidos que aún esperan con anhelo informaciones que esclarezcan el paradero de sus seres queridos.