Dijo que la salida de representantes como los senadores Rincón y Walker ayudará a inicia una nueva etapa al interior del partido, donde se puede rescatar “el espíritu de origen”.
Hace rato que las aguas no están tranquilas al interior de la DC. En el último tiempo, la división que generó el Plebiscito de Salida, ha tenido su continuidad con las recientes dimisiones de históricos como Ximena Rincón y Claudio Orrego, y las diferencias que ha generado la elección de la mesa de la Cámara de Diputados y Diputadas.
Sobre estos temas conversamos con el presidente nacional (I) del partido, Aldo Mardones, quien reconoció que el Plebiscito de Salida marcó un antes y un después al interior de la Falange.
“Generó un resideño en el mapa político, con posiciones bastante fuertes de figuras del partido, que apoyaron el Rechazo y que no aceptaron la postura de la Junta Nacional. Esto generó un rearticulación que, creo, es propio de los procesos políticos. Las salidas de Matías (Walker) y Ximena (Rincón) confirman que estaban alejados del espíritu de la DC”, sostuvo el timonel.
En opinión de Mardones, y parafraseando al senador Francisco Huenchumilla, la “DC tuvo el problema de aferrarse al poder y alejarse de lo territorial. Hemos conversado con militantes del partido para volver a lo comunitario, a las dirigencia sindical y estudiantil. Hoy no tenemos resistencia a los cambios sociales, que movilizaba a la Ximena, y nos encontramos con una DC que en su directiva y la mayoría de su Junta Nacional quiere cambios. Hoy se inicia una nueva etapa en la DC, donde se puede rescatar el espíritu de origen”.
– Hay personas que son adeptos a ellos, que son cercanos a sus pensamientos y análisis, y que a lo mejor también están confundidos, pensando que la directiva quiere izquierdizar la DC. No somos ni de derecha ni izquierda. Nacimos como una opción, pensando en ser parte en los procesos de igualdad en este país. En eso creo que hay que centrar las fuerzas. Seguramente resistencia va a seguir existiendo dentro del partido. Hay figuras y nombres que siguen militante y que han sido aliados de Matías y Ximena en este proceso, pero con los cuales se puede conversar. Y esa diversidad de opinión ha permitido obtener triunfo electorales (…). Cuando se habla de fuga de militantes, hay que decir que ese número ha sido mucho menor a la época en que estuvo (de presidente) Fuad Chahín. Entre enero y mayo de 2021, se perdieron más de 2 mil militantes. En 2015 éramos más de 100 mil y nos entregaron el partido con 30 mil militantes, con menos representación parlamentaria. Es un hecho, que la dirigencia del partido estuvo más cerca de la derecha y con mucha influencia en el mundo del empresariado. La DC no pierde representatividad por acercarse a la izquierda, sino por alejarse de la necesidades de la población.
– He conversado con parlamentarios y, por un lado, hay resistencia por el trato que el Gobierno le ha dado al mundo de la DC en el Parlamento. Eso generado una opinión dura. Pero también hay otro grupo que, ideologizados, no quiere respetar los acuerdos porque no les simpatiza que sea comunista. A menos que existan razones fundadas, que hoy no existen, hay una palabra que se comprometió. Más allá de que Karol Cariola sea comunista o que comparta pensamientos con ella. La política tiene que dar señales claras, para que la población la perciba como un espacio de transformación. Creo que algunos parlamentarios están cometiendo un error diciendo, por ejemplo, que si no se aprueba el TPP11 no van a seguir adelante con el proceso constitucional o si no se baja la acusación a (Sergio) Micco no se entregará apoyo a Karol Cariola. Hay quienes dicen que se quieren aliar con el PdG, un sector de la DC que quiere aliarse con la derecha y yo tengo más puntos de encuentro con la centro izquierda.