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“Obligados” a la cancha: ¿Sirve darle minutos de manera forzada a los jóvenes?

Actualmente, en el fútbol nacional existe la regla del Sub 21, que indica que cada equipo debe alinear un jugador de esa categoría por lo menos en un 70% de los minutos de la competencia. Iniciativas similares se han intentado, con poco éxito, en temporadas pasadas en el básquetbol y el vóleibol, y también en países como México se han implementado reglas similares. Voces de diferentes disciplinas dieron su opinión y coinciden en un punto importante: quien tiene condiciones y talento siempre tendrá un lugar, independiente de su edad.

Por: Ricardo Cárcamo - Carlos Campos 09 de Octubre 2023
Fotografía: Andrés Oreña

Buscar recambio, que surjan nuevos talentos, es un tema siempre presente en el deporte. Y en Chile, sobre todo en el fútbol, ese proceso se ha visto condicionado desde 2015 con una regla que impone a cada club de Primera, Primera B y ahora también de Segunda alinear, al menos un 70% de los minutos totales, a un jugador Sub 21. Una regla que, en base a los resultados, no ha dado ese espacio de consolidación a los valores de la cantera de cada elenco, y para muchos derechamente se termina transformando en un “cacho”. Es más: en ocasiones, se opta por fichar jugadores jóvenes de otras instituciones, que ya tuvieran cierto rodaje, para así no “dar ventajas” al incluir algún nombre sin mucha experiencia.

Reglas similares se han aplicado, por ejemplo, en el básquetbol y en el vóleibol, donde también se obligaba a que un valor de cierta edad, generalmente Sub 23 o Sub 17, tuviera que cumplir un mínimo de tiempo en cancha. En otros países, como México, en el fútbol también estuvo la regla del “20/11”, que se implementó en 2005 y duró hasta 2020. Esa normativa consistía en alinear obligatoriamente a jugadores no mayores a los 20 años y 11 meses en cada temporada, y que en total cada equipo sumara 1.000 minutos en cancha entre todos esos valores jóvenes. Tal como en Chile, su objetivo era impulsar la aparición e idealmente consolidación de jugadores a temprana edad, mejorar las fuerzas básicas y que se les dé confianza a los jóvenes para debutar antes en sus respectivos equipos.

Más allá del tiempo de cada normativa, lo cierto es que es discutible si efectivamente este tipo de normas han permitido que se le dé “tiraje a la chimenea” en las diferentes disciplinas donde han existido propuestas para ello. Sin embargo, voces consultadas coinciden en un punto: quien tiene condiciones se hará un espacio independiente de su edad o que existan obligaciones reglamentarias.

En el fútbol

Víctor Merello, ex jugador de Cobreloa, Lota Schwager, entre otros, y actual entrenador, aseguró que “no me llama la atención ni gusta para nada (la regla del Sub 21). El jugador que se está formando debe jugar por sus condiciones y no por un reglamento. Sometes a los técnicos a muchas situaciones contrarias a lo que dictan las reglas del fútbol. No me parece una decisión catedrática, porque es obligatoria.

No han salido muchos chicos y con mayor razón esto se hace con conveniencia, ya que cuando las cosas en el partido no se están dando al primero que sacan es al chico. Así no consigues nada ni logras ningún objetivo en torno a lo que se persigue. Si la regla tuviera un efecto valedero … no ha salido algún muchacho que llame la atención. Y quienes llaman la atención, son medio pelo”.

Además, indicó que “en mis tiempos la oportunidad de jugar te la ganabas con el crecimiento en las prácticas, el deseo de poder jugar. y eso que no había campeonato de cadetes. No existían las series menores, sino que debías ganártelo en cancha enfrentándote con los jugadores de la época que eran todos mayores. Era valedero, justo y así el jugador llegaba mejor formado. Se les endosa una responsabilidad a los chicos que no les corresponde. Se les hace un daño con eso, porque cometen errores y se sienten frustrados. Si no tienen una personalidad altísima, tienden a ir desapareciendo y no llegar a lo que se persigue. Es mala la regla que se impone”.

Merello señaló que es importante darle prioridad a otros aspectos. “Aparte de esta regla, hay muchas cosas que tienen que cambiar en el fútbol chileno. Hay que hacer más competencias para que tengan más partidos y el crecimiento sea lógico. Por estas citaciones a veces no juegan partidos completos durante el año y eso se necesita para la madurez completa de un joven. Con pocos minutos o citaciones esporádicas, es difícil que el jugador se forme como se quiere para que pueda llegar a situaciones mayores”.

Miguel Ramírez, entrenador de la UdeC, dijo sobre la regla del Sub 21 que “es lamentablemente, a diferencia de lo que viví donde uno debutaba y jugaba más por mérito que por obligación de sumar minutos. Es ahí donde hay que tener la claridad de que el trabajo es para potenciar desde cadetes, que lleguen lo mejor formados al primer equipo y puedan ganarse esas opciones. Así como tienen la opción de debutar y jugar, si no tienen la regularidad, tal como juegan, no son citados. Es ahí donde el jugador joven debe aprovechar esta instancia para crecer. Porque se les da la opción y al año siguiente cambian de categoría”.

Respecto a si puede ser un daño para un futbolista que no está preparado para esa exigencia, Ramírez afirmó que “es que esa es una responsabilidad para nosotros, los entrenadores. Es una conversación para largo el cómo generamos confianza y maduración rápida en el jugador. Es compartido y es jugando la mayor cantidad de partidos posibles. Para que los jóvenes tengan más roce, experiencia y puedan convivir con la exigencia deben jugar por lo menos el doble de partidos en el año. Y es una tarea pendiente de todos los equipos. Hay algunos que se preocupan de darle minutos a los jóvenes con partidos amistosos a mitad de semana”.

En esa línea, agregó que “y lamentablemente ellos también están conviviendo en un torneo donde ascienden y descienden. Hay que tener claros los objetivos del club y que es lo que se quiere. En mi modo de ver, los juveniles tienen que jugar el doble de partidos en el año para que estén mejor preparados para el primer equipo. Mientras más partidos jueguen, más convivirán con la alta exigencia, problemas que plantea un partido y la realidad de juego. y todo eso ayuda a que el jugador madure más rápido”.

En otros deportes

Jorge Facchini, jefe de la rama de vóleibol del Deportivo Alemán, indicó que “en Liga A1 se ha probado en otros tiempos, y luego se liberó. Ahora, en la última reunión-presentación de la liga se planteó este tema. Se quiere establecer un mínimo de jugadores Sub 21 y Fevochi, desde la jefatura técnica, debe establecer que normativa será. Antes se pedía que jugaran un set, entonces se verá si se mantiene eso o bien haya un mínimo de nombres en la delegación y que quede a libertad de los entrenadores si juegan o no”.

Sobre el valor que tuvo esa regla, Facchini aseguró que “no tuvo un efecto significativo realmente. Generalmente, en vóleibol, la liga chilena tiene una característica de desarrollo, donde participan jugadoras Sub 21 con bastante frecuencia, con presencia en el juego. Hoy está pasando también que valores del seleccionado chileno están partiendo al extranjero, y si bien hay una serie de deportistas con más posibilidades contamos con jugadoras Sub 21. Además, la Liga A1 contempla como décimo equipo a la selección menor”.

El entrenador también señaló que quien tenga condiciones encontrará un lugar. “Es así. No siento que deban haber exigencias, el jugador que tiene talento, capacidad, se adaptará. Le doy un ejemplo: Isabella Vallebuona debutó con 15 años en Liga A1, Daniela Castro igual. Siento que la capacidad y las actitudes hacen que el jugador sea competitivo independiente de la edad. Creo que alguien de 15, 16 años, si tiene la capacidad ya hay que probarlo, de a poco, no estoy hablando de darle el liderazgo del equipo, pero si muestra condiciones y está al nivel, prefiero invertir en el jugador joven”.

Jaime Urrutia, entrenador del Colegio San Ignacio y del Deportivo Alemán, dijo que “en la Liga Nacional debía haber un U17 en la nómina y ahora tiene que haber un Sub 23 pero sin obligación de que jueguen. Deben aparecer en las nóminas, de acuerdo a las disposiciones de la Liga, pero eso no lleva a que el jugador se desarrolle o logre minutos en cancha. En algún sentido puede beneficiarlo, pero el objetivo principal no se cumple, que es que sumen minutos competitivos”.

Además, afirmó que “igualmente, el chico que muestre capacidades y tenga 17, 18 o 20 para jugar en un equipo adulto lo hará independiente que exista un reglamento. Pienso que con este tipo de normativas estás coartando el aspecto competitivo de los más adultos y también le pones un piso muy alto a jóvenes emergentes que todavía no desarrollan las capacidades y competencias para estar a ese nivel”.

Daniel Romo, entrenador de Old John’s, comentó que “en el rugby no existen normativas así, de colocar a menores en planteles adultos. Lo que se estila es respestar los procesos, uno a veces con el rendimiento se puede confundir y decir que un jugador x está para rendir en una categoría superior, pero ese chico tal vez no está preparado desde lo psicológico, la presión, entonces lo haces saltarse etapas. Lo que yo creo es que deben vivir bien sus procesos: si soy M14 cumplir eso y luego subir a M16 cuando tengo edad, lo mismo ahí y pasar a M18, completar esa fase y pasar al nivel adulto”.

Sin embargo, reafirma el punto mencionado por las otras voces. “Ahora, si vemos en el camino que un jugador tiene la condiciones físicas, de destreza y mentales para subir se puede hacer un proceso de transición, pero no se realiza por normativa como en el fútbol”.

Mirada psicológica

Alexi Ponce, director de Go Focus, señaló que “lo primero es tener el jugador pueda sentir que está preparado para ese tipo de situaciones. Así que creo que más allá de la presión que se pueda sentir inicialmente hay una condición motivacional importante en el fútbol”.

Sobre si le puede generar un perjuicio si no logra el nivel esperado, Ponce aseguró que “eso ya depende del deportista, y eso le va a pasar con 15, con 18, 24 y 30 años. Si no mantiene rendimiento acorde con lo que ese equipo requiera o necesita, lo más probable que esa situación ocurra y uno no tenga esta opción de jugar por sus medios, sino que gracias a estas reglas. Pero las reglas dan una tremenda oportunidad, una tremenda opción de hacerlo. El jugador tiene que ver es que eso es una opción para aprovechar de algún modo sus posibilidades e idealmente consolidarse”.

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