A partir de las 15:00 horas, los morados reciben a los renguinos, los mismos que en la primera rueda les endosaron un duro 5-0. Será la despedida del equipo como dueño de casa en esta temporada. Y el llamado es a hacerla en grande.
Cuando se trata de dar vuelta destinos que parecían sellados, Deportes Concepción es un ejemplo patente en el fútbol chileno. Y mucho de aquello tiene que ver con el Día del Hincha Lila, que se celebra cada 9 de octubre, a partir de ese inolvidable domingo de 2016 cuando, castigados y sin fútbol, convocaron más de 8 mil personas en el estadio Ester Roa Rebolledo, y sin partido de por medio.
Y tiene también sentido hoy mismo, cuando el club penquista respira tranquilo a falta de dos fechas para el cierre de la temporada 2023. Algo que parecía verdaderamente imposible terminada la primera rueda, cuando el descenso parecía ser un asunto prácticamente zanjado.
Jornada ideal entonces para que esta tarde haya fiesta en Avenida Collao, escenario que a partir de las 15:00 horas, recibirá el compromiso entre el “León de Collao” y Deportes Rengo, válido por la penúltima fecha del torneo de Segunda División.
El encuentro marcará también la despedida del equipo morado ante su público en el presente torneo, ya que cerrará el año visitando a Melipilla la próxima semana. Más motivos entonces para llegar a alentar.
Si hay un partido que da cuenta del ‘milagro’ lila es el de hoy. Porque Deportes Rengo es el símbolo de la horrenda primera rueda penquista, cuando sumaba derrota tras derrota, y hasta humillaciones en el marcador, como la que sufrieron de visita ante los renguinos, quienes le endosaron un doloroso 5-0.
De aquello no solo han pasado largos cinco meses, sino que un siglo en lo futbolístico. Hoy Concepción es otro equipo, sabe a lo que juega, sumó futbolistas de nivel y posee un cuerpo técnico cuyo máximo recurso es la credibilidad.
Así las cosas, y ya lo anunció el propio Lovrincevich, hoy la tarea es lavar heridas, y cobrarse revancha de aquella goleada. Serviría incluso como catarsis para la hinchada penquista, una manera de limpiar todos los malos recuerdos de esos tiempos que a esta altura parecen tan pretéritos. Una manera de terminar el año con la mirada puesta en un 2024 que promete.