Huachipato no perdonó a un equipo azul plagado de juveniles y lo superó 4-0 con gran actuación de Altamirano y Mazzanti. Del lado perdedor, otro golpe en una temporada para el olvido coqueteando con la zona baja.
Había marcado 3 goles en los últimos 7 juegos y a la “U” le marcó 4. Huachipato venía mal, los azules le pusieron un equipo alternativo y los de Mario Salas no dudaron en irse encima. Fue un 4-0 inapelable de la mano de Mazzanti, Baeza y Altamirano. Los siderúrgicos intentan terminar de la mejor forma un año de muchos altibajos.
Y abrió la cuenta rápido con Gutiérrez apareciendo por detrás de todos para empalmar un centro de Sánchez Sotelo. El local no paró y mató el partido con el propio argentino tomando un rebote -uno de tantos por parte de Parra- para sacarse al arquero y marcar en 21’.
Luego Mazzanti aprovechó un doble error del juvenil Gutiérrez, para sacárselo con el cuerpo y encontrarse otra vez con Parra, pero esta vez el rebote le quedó a Altamirano para aumentar a los 26’. Cerró la cuenta Mazzanti con un tiro bajo que a Parra se le pasó bajo el cuerpo a los 58″.
Pudo aumentar seis veces Huachipato y la “U” se quedó sin Aránguiz por un manotazo a la cara de un rival. Lo tuvieron Cañete, Mazantti, Altamirano y tres veces Martínez, pero el marcador cerró en cuatro goles. La “U” salió humillada desde el puerto.
En un partido que los siderúrgicos dominaron de principio a fin, sin contrapeso, hubo varios que pudieron tomar la bandera del más destacado, pero Walter Mazzanti fue clave en abrir la defensa universitaria. En un año de intermitencias, el argentino volvió a ser ese tipo incisivo que desarma las defensas rivales y volvió al gol, lo que no ocurría desde el 9 de mayo. También resaltó lo hecho por Javier Altamirano -de lo mejor de este semestre en el acero- y la participación ofensiva de Nicolás Baeza a lo largo de todo el partido. Tres que aprobaron con nota alta, en un año sin grandes promedios.
Huachipato tuvo, al menos, seis ocasiones claras para aumentar la cuenta y haber cerrado una goleada histórica. Tres de esas situaciones estuvieron en manos de Cris Martínez, que jugó cerca de 20 minutos. Primero fue un zurdazo que le cruzó “Nacho” Tapia y salió al tiro de esquina, luego un cabezazo entrando en solitario tras centro de Baeza. Otra vez desviado. Pero la peor fue a los 84’ cuando queda solo bajo el arco, intenta conectar un pase rasante sin tanta fuerza y la manda increíblemente sobre el travesaño. Una locura.
El acero entró muy enchufado al CAP y aprovechó cada licencia que le otorgó una zaga que tenía a los juveniles Castro y Navarrete, en lugar de otros habituales. Pudo abrir la cuenta Mazzanti en un carrerón que terminó achicando Martín Parra, de buena manera, y el gol llegó en una gran acción colectiva. Todo nace de una profundización de Altamiano para el pique de Sánchez Sotelo, quien pica, levanta cabeza y envía un centro que los sobra a todos. Desde atrás viene llegando Joaquín Gutiérrez para empalmar de gran forma, pillar al arquero a trasmano y sumar su segundo tanto del torneo.
La temporada de Universidad de Chile ha sido para el olvido, hoy en el puesto 13, y con posibilidades de terminar antepenúltimo. Ha perdido 15 partidos de 29 y tiene la tercera peor defensa del torneo. No les sale nada y un botón de todo ese panorama fue lo de Pablo Aránguiz, quien estuvo 7 minutos en la cancha, tiró una manotazo y se fue expulsado. Horrible.