Un total de 18 camas de unidad crítica de adultos se han reconvertido en pediátricas por alta demanda. Casos de niños hospitalizados suma 80 en el Guillermo Grant Benavente.
Como una crisis histórica en la salud pediátrica se ha descrito la explosión de casos de virus respiratorios, especialmente el sincicial que afecta a niños y en particular durante este año de forma grave hasta los 4 años de edad. En efecto, el director del Hospital Guillermo Grant Benavente (HGGB), Claudio Baeza, detalló que esta es una de las campañas de invierno más complejas que han tenido que enfrentar, comparable a una que se produjo hace 25 años, manteniendo la ocupación de las camas críticas en un 95%.
Lo anterior, ha generado gran presión al personal de salud y a la gestión de los hospitales donde la capacidad de reconversión de camas figura como una competencia fundamental por parte de los recintos asistenciales, por el resguardo de la vida de los pacientes. Tal ha sido el escenario, que el Ministerio de Salud confirmó que en el país hay un registro de cuatro niños fallecidos producto de virus respiratorios.
El director de Hospital Regional (HGGB) en los últimos día ha sido convocado al Ministerio de Salud en Santiago, ya que las autoridades nacionales están efectuando una serie de reuniones tendientes a coordinar la forma de enfrentar esta crítica situación que mantiene los ojos puestos en el resguardo de la salud de los niños y niñas del país.
En el HGGB hay un total de 80 pacientes pediátricos hospitalizados y distribuidos en el establecimiento asistencial en camas de pediatría general y en las unidades de cuidados intensivo. Son 24 los niños y niñas que están actualmente en ese hospital internados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI Pediátrica) como lo dice el nombre, es porque su situación de gravedad requiere de cuidados de alta complejidad y de vigilancia constante.
“Son 24 pacientes pediátricos en la UCI, todos ellos se encuentran en una condición de gravedad, por eso están al cuidado y manejo de esas unidades”, explicó el director del HGGB.
En cuanto a la ocupación de las camas, el Baeza señaló que se ha mantenido la alta ocupación, por lo que la reconversión de camas ha sido fundamental. “Porque más allá del índice ocupacional de más del 95%. tenemos la capacidad de reconvertir de acuerdo a las necesidades que se van dando y, con esto, dar cobertura a la necesidad de camas que existe en la comuna y la Región del Biobío”, estableció el profesional.
En una de las reuniones que ha llevado a cabo el Ministerio de Salud, se convocó a las Sociedades de Médicas, al Consejo Nacional de Respuesta Pandémica, la Asociación de Clínicas de Chile y la Red Privada de Salud, dónde se evaluó la disponibilidad nacional de camas críticas pediátricas habilitadas, siendo 1.054 el total hasta el jueves, de las cuales la ocupación es de 94% en UCI y de 89% en UTI.
Son 18 las camas que han debido reconvertirse en el Hospital Regional, unidades que en una primera etapa eran para adultos, pero se transformaron camas infantiles teniendo en vista la necesidad del sistema para responder a la demanda. “Prácticamente hemos triplicado la cantidad de camas UCI pediátricas en nuestro establecimiento, lo que habla del enorme trabajo que se está desarrollando en el Hospital Guillermo Grant Benavente”, relevó Baeza.
Acorde a lo anterior, el director del establecimiento sostuvo que “el hospital ha sido destacado a nivel nacional por la capacidad de adaptabilidad y de reconversión de camas muy rápida. Eso habla de la eficiencia y la alta expertiz que tiene este establecimiento para poder hacer frente a situaciones que son críticas. Hemos diseñado este trabajo a escalada, de manera paulatina y quiero agradecer el trabajo de los pediatras y todos los equipos de la Unidad de Cuidados Intensivos, en esta que sin duda es la crisis más importante que se ha vivido en materia respiratoria en niños”.
El director del HGGB estableció que esta es una de las campañas de invierno más complejas que se han vivido en la Historia, que en el 1998 se vivió una campaña similar con un grado de presión y tensión a los recintos asistenciales. “Pero no teníamos registro, exceptuando de la pandemia, de esta gran presión asistencial”, indicó.
En cuanto al llamado a hacer el cambio o adelanto de la fecha en las vacaciones de invierno que originalmente serían en tres semanas más iniciando en el 3 de julio, Claudio Baeza señaló que es necesario ser responsable al hacer este llamado de adelantar las vacaciones en las escuelas. “Hoy no es la principal medida. Y sabemos el impacto social que tiene el adelantar las vacaciones, dado que muchos padres no tienen con quien dejar a sus niños para seguir en su vida laboral”, afirmó.
Para el directivo, es una medida que es efectiva en cierto sentido, pero aseguró que “hoy la responsabilidad está en nosotros de poder generar todas las medidas para poder enfrentar esto desde el punto de vista sanitario”.
En los padres también a una responsabilidad y flexibilidad de determinar si enviar a sus hijos o no a los colegios, argumentó y agregó que “no se requiere un certificado médico para no enviarlo, la decisión debe ser de la familia de poder enviar o no a sus niños. Nosotros recomendamos que aquellos niños que están iniciando un cuadro respiratorio o ven que hay una alta cantidad de niños con enfermedades respiratorias, que dejen a sus niños en las casas, si tienen las condiciones necesarias para hacerlo”.
La directora regional de Junji Biobío, Alejandra Navarrete, comentó que la inasistencia a los jardines de la red, luego de la pandemia ha sido muy variable. “El reporte más actualizado es de un 49,7 % en los jardines infantiles de la Red JUNJI Biobío”, dijo.
Además, la directora aclaró que los padres tienen la facultad y autonomía de enviar voluntariamente a sus hijos e hijas al jardín infantil y agregó que “los jardines infantiles de Junji están disponibles para la atención de los párvulos y es la familia quien toma la decisión de la asistencia de sus hijos e hijas, previa comunicación con su centro educativo”.
Desde Junji, a través de un comunicado, indicaron que continúan trabajando articuladamente con las instituciones de Salud y Educación Parvularia, ya que el resguardo de la salud es fundamental para el bienestar integral de los párvulos. “Igualmente, los sectores de Salud y Educación están redoblando y aunando los esfuerzos para mantener los centros educativos abiertos, monitoreando siempre las condiciones necesarias para garantizar los aprendizajes, el bienestar integral, la seguridad y protección de niños y niñas, con las comunidades educativas”, expuso Alejandra Navarrete.
“Como institución tenemos protocolos como El Manual de Salud del Párvulo, dirigido a todas las unidades educativas con información respecto a enfermedades respiratorias. La Seremi de Salud, también nos fiscaliza, revisando periódicamente el cumplimiento de nuestros protocolos sanitarios en los centros educativos. Además como Junji Biobío, hemos dispuesto una mesa de trabajo para reforzar las conductas de prevención en las unidades educativas y en las familias”, detalló.