El recinto de 14 hectáreas, conocido también como el “Parque de Lota”, recibe a los visitantes que buscan una experiencia que combine naturaleza e historia. Árboles traídos desde diferentes partes del mundo adornan el espacio junto a las estatuas mitológicas francesas y el conservatorio de plantas. Además, allí se pueden encontrar pavos reales y varios miradores desde donde se puede apreciar el mar.