Más que una moda, es todo un estilo de vida para "sentir" el sonido. Así lo cree David Viveros, DJ y melómano de corazón, quien bajo el alero de su sello Solo Vinilos, se atrevió a reeditar el sonido de bandas locales en acetato.
Más que una moda, es todo un estilo de vida para "sentir" el sonido. Así lo cree David Viveros, DJ y melómano de corazón, quien bajo el alero de su sello Solo Vinilos, se atrevió a reeditar el sonido de bandas locales en acetato.
Mauricio Maldonado Quilodrán
mauricio.maldonado@diarioconcepcion.cl
Era una idea que venía macerando desde hace tiempo, y que se acentuó aún más cuando comenzó con la Feria del Vinilo el 2011. La prolífica escena penquista musical hizo también que David Viveros saltara, definitivamente, de las tornamesas a la producción de discos de vinilos.
A través de su sello Solo Vinilos, el arquitecto y DJ lanzó esta semana el primero de cuatro discos de bandas locales en este formato. Todo un hito y hecho inédito para la industria musical de Concepción, que se pudo concretar gracias a una alianza con una empresa europea. "Era una idea media loca y que después de que volví de España, donde estuve viviendo un par de meses, tomó más cuerpo. Estando ahí hice el contacto con una de las fábricas más importantes de vinilo del mundo, quienes me ofrecieron la posibilidad de trabajar con ellos haciendo tirajes más limitados", comentó el pincha discos.
A lo que completó que "el problema de los vinilos es que para poder concretar un tiraje se tienen que hacer por lo menos unos 300 a 500 discos por lo menos, y eso tiene un costo muy alto para las bandas. Lo que estoy ofreciendo es a un costo más bajo, ya que son menos discos, y se equipara con hacer algo de buena calidad y con un precio correcto".
Las bandas que reeditarán sus trabajos a través del emprendimiento de Viveros, y que serán presentados en las próximas semanas a las 21.30 horas en el Bar Concepción, serán La Bandita de Lili (28 de abril), Los Brando (5 de mayo) y Vibración Eleva (12 de mayo). Mientras que Los Temibles Sandovales fueron el viernes recién pasado quienes inauguraron esta nueva veta para la música penquista. "El semillero de bandas aquí es enorme, por lo que ya tengo fichadas cerca de 200 bandas con las que puedo trabajar. O sea, hay un mercado adecuado para realizar este tipo de entrega. No pretendo hacerme millonario con esto, pero sí quiero que funcione y sea sustentable. En ese sentido trato de no sacar provecho de las bandas sino que apoyarlas en el trabajo y si queda algo para mí, bien, ya que permite continuar con esto", dijo el DJ.
Para melómanos
Independiente que este novedoso y pionero proyecto de Viveros realza aún más el buen momento que viven los discos de acetato -por ejemplo, el año pasado las ganancias de los vinilos en Estados Unidos superaron las que generaron los servicios de streaming gratuitos- qué es lo que marca la diferencia de este formato en comparación con el resto de los soportes musicales. "El vinilo viene a rescatar la parte del sonido y la gráfica y poner el formato, y todo lo que implica, en una posición mucho más alta. Creo que cada formato apunta a públicos específicos. La estrategia digital es para la gente que anda rápido por la vida y el consumo de música es más instantáneo y automático. El CD es un formato más nostálgico que el vinilo, porque es algo que se puede poner en el auto o escucharlo en la casa en algún equipo, pero el vinilo apunta a un público que es melómano, la gente que aprecia demasiado el sonido y que distingue una calidad de una onda más alta con los bajos y agudos, por ejemplo", señaló el también arquitecto.
En línea con esto Raphael Sierra Pinto, fotógrafo y coleccionista de vinilos desde que tiene memoria, el vinilo es una pieza única y especial que transmite de la forma más fidedigna el trabajo musical de los artistas. "Poseen una calidad sonora insuperable, fuera del arte y presentación que tienen. Un sonido autentico y duradero en el tiempo, y no algo artificial y perecedero como lo que ofrece el disco compacto y el cassette", apuntó.
Mientras que para Nicolás Masquiarán, musicólogo y docente del Departamento de Música de la UdeC, si bien este formato tiene características sonoras especiales, no es cien por ciento algo tan puro. "El vinilo presenta una diferencia sonora concreta en la cantidad de información acústica que es posible de registrar en un vinilo, virtualmente mayor que en los formatos digitales. Pero, eso no necesariamente es positivo, pues el provecho que se saque de esta característica depende de la cantidad y calidad de información que se vaya a registrar o los dispositivos que participan en la grabación y la reproducción. Por otro lado, es ingenuo defender la pureza del sonido, porque todo registro produce desviaciones en la señal acústica", enfatizó el musicólogo.
A lo que recalcó que "es más atractivo visualmente que el CD porque implica un valor como objeto, bien explotado por la industria en tiempos recientes. Su revival, en efecto, tiene que ver más con razones comerciales que acústicas. Auditivamente, es relativo. Pero, en lo personal, creo que el vinilo puede lograr un sonido más cálido y humano que un CD, preferible para ciertos tipos de música".
Para Mauricio Melo, insigne músico local e integrante de diversas bandas locales, entre ellas Los Brando, los vinilos son el formato sublime y definitivo para la música, siendo tanto un objeto de colección como una pieza sonora privilegiada. "El vinilo siempre me ha cautivado en comparación con los otros formatos, partí desde pequeño escuchando música por medio de este soporte. Además, el objeto en sí del vinilo me parece muy atractivo. Soy ultra fetichista con la música", confesó.
En cuanto a que se haya abierto esta puerta de fabricación de vinilos con bandas locales, Melo destacó que "es genial que a estas alturas, en la época en que vivimos, se esté haciendo un emprendimiento local de este tipo, sobre todo después de que durante un buen tiempo desapareció prácticamente el vinilo. Ahora el poder producir y tener un disco de este formato con bandas de acá es algo fuera de serie, ojalá que siga editando y reeditando más vinilos de grupos penquistas".
Nada igual en el país
No es menor que en el corazón del Bío Bío surga este "sueño de acetato", teniendo en consideración que en el país no existen fábricas dedicadas a producir vinilos, siendo EMI y RCA las últimas que los hicieron en la década de los ochenta.
Si bien el año pasado Libre Records -emprendimiento de Patricio Gómez y Diego Ili en Santiago- anunció con bombos y platillos que este 2017 comenzarían a fabricar nuevamente discos de acetato dentro de Chile, a la fecha no ha habido ninguna novedad, situando al proyecto de Solo Vinilos como algo único y real dentro de todo el país.