Esta es una semana clave para el rector UBB; por un lado, se vota el proyecto de Educación Superior y, por otro, el plantel que dirige cumple 70 años.
Esta es una semana clave para el rector UBB; por un lado, se vota el proyecto de Educación Superior y, por otro, el plantel que dirige cumple 70 años.
Tania Merino Macciavello
Contacto@diarioconcepcion.cl
Una cuenta pública marcada por el momento político que enfrenta la reforma de la Educación Superior es la que rendirá el próximo miércoles el rector de la Universidad del Bío Bío, Héctor Gaete Feres, en el aniversario 70 de la institución.
Será justo un día después de la votación del nuevo proyecto sobre educación superior en el parlamento y que el arquitecto y ex alumno de la UBB respalda.
Pero también será una cuenta con un positivo balance para la institución, no sólo porque se trata de una institución saludable en términos financieros, sino porque además tuvo un buen año en materia de logros.
Positiva cuenta
Durante el año que pasó la UBB fue calificada por el Ministerio de Educación, a través del estudio que realiza en conjunto con la Pontificia Universidad Católica de Chile, entre las cuatro mejores universidades del país en docencia de pregrado.
Además logró el 100% de sus carreras acreditadas y el Boureau Veritas evaluó positivamente su gestión, de acuerdo a la norma ISO 9001. "Se nos informó que las UBB acreditó en un 100% su administración y gestión y es la primera universidad que alcanza ese logro, así como también es la primera en acreditar todas sus carreras", señaló.
"Estas certificaciones -agregó- no son para colocarse una medalla, sino para decirle a las personas que confiaron en nosotros que es cierto que tratamos de hacer lo mejor que podamos las cosas".
Recientemente, además, el Consejo Regional aprobó los recursos para un nuevo Centro de Innovación, administrado por la UBB que en palabras de Gaete, "será un punto de encuentro abierto a toda la comunidad". Se trata de un edificio de 1.780 metros cuadrados, para lo que el Gobierno Regional asignó $2 mil 040 millones y para el que el plantel invertirá $200 millones anualmente para su operación".
De los desafíos proyectados para el año en curso, en tanto, está el trabajar en la acreditación del área de posgrado, de la que tres de los cuatro programas ya están certificados, además de la internacionalización de la casa de estudios y la inauguración del aula magna en el campus Chillán, en un edificio "bellísimo, pero austero".
Política y educación
Sin embargo, pese a los positivos logros de la institución, el discurso tendrá también un algo de sinsabor vinculado al momento de división que viven los distintos actores en torno al proyecto que se debatirá pronto. "No creemos en este escenario de pesimismo que se ha instalado", dice Gaete argumentando que prefiere mirar el vaso medio lleno y tomar una posición como universidad desde el cómo aportar, en lugar de entrabarse en discusiones.
– ¿Cómo observa el proyecto independiente para las estatales?
– Nos parece una buena estrategia de la Presidenta… En el proyecto que hoy está en el Parlamento la idea de reconocer las universidades públicas no es algo significativo, el Estado no se hace cargo de sus universidades.
Pero también tenemos algunas diferencias. No comparto, por ejemplo, el planteamiento de que esto puede ser más fácil o más ágil. Creo que no va a ser así, sino que ampliamente discutido y me parece bien que lo sea, porque yo no sería partidario, a pesar de que esa no es la intención del proyecto, del fortalecimiento de las universidades del Estado afectando a otras. Sería un despropósito, partiendo por las privadas del G9.
– Pero ¿le satisface la propuesta de Gobierno?
– Lo que allí hay es un mínimo, la idea que se nos ha planteado es una ley marco que fija algunas normas básicas que han de compartir estas 18 universidades para poder uniformar sus estatutos, cuerpos colegiados, etc.
Hemos conversado cuál es el rol de estas universidades, cuál su relación con el Estado, cuál su compromiso y quién cuida de ellas, porque hasta el momento esta universidad ha tenido que cuidarse sola.
Hay instituciones de régimen privado que reciben más aporte directo del Estado por alumno y eso es extraño.
Lo que sí debe ser obligatorio para todo es la acreditación.
– Sé que algunos compañeros ven este proyecto de ley como una amenaza, pero creo que están equivocados.
– ¿Cómo observa las divisiones al interior del Cruch?
– Son artificiales y artificiosas, construidas con fórceps, porque las 18 universidades públicas nunca han planteado que su fortalecimiento tenga que ver con el detrimento del resto, porque además, las del G9 son muy buenas universidades.
Lo de no ir a la reunión de enero en Arica fue muy delicado. El Cruch se creó en 1957 y es primera vez que pasa esto, y además imputarle responsabilidad al presidente de las universidades del Estado no es correcto, porque don Ennio Vivaldi es el vocero y, por lo tanto, lo que él comunica, en su estilo, son acuerdos del plenario.
Frente a esto pedí que se postergara a elección del directorio del Consejo de Rectores que correspondía hacer y que hubiera una sesión especial, petición que fue aceptada. Necesitamos conversar.
– Pero también Vivaldi habló de la necesidad de una nueva institucionalidad, lo que para Elórtegui podía anular al Cruch…
– No es ajustado a lo que puede suceder, primero porque lo que se estaba planteando una subsecretaría, que no es sólo para las del Estado.
– Pero ¿el Cruch tiene que mantener su protagonismo?
– No sólo eso, tiene que fortalecerlo. No hay ninguna propuesta que vaya en la dirección contraria. Esperamos que en las indicaciones haya una nítida valoración de las universidades del G9.
– ¿Qué es lo intransable?
– Aquello que es bueno para el país, ya hay del orden de 300 mil familias que les hemos sacado la mochila del endeudamiento , eso es intransable y me parece que atentar contra la gratuidad por cualquiera de los candidatos significa que no está mirando a Chile. La universidad del Bío Bío piensa que los talentos están distribuidos equitativamente y que el hijo de la presidenta de la república, o del diputado o el senador o del empresario no se cuál, no es más inteligente por ese hecho que el de una persona que no tenga recursos. Si alguien piensa que eso fuera cierto entonces no cree que los seres humanos somos iguales y eso es grave.