Falta de alimento por los incendios forestales ponen en peligro la vida de colmenas en Bío Bío.

Daniela Salgado Parra
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Los incendios forestales y el cambio climático han perjudicado a los apicultores de la Región. En un año normal, se extraen tres o dos cosechas anuales, en esta ocasión solo se pudo realizar una. Esta situación mantiene preocupados a los trabajadores del gremio, quienes temen por la vida de cientos de abejas a lo largo del país. 

La apícola de Santa Juana, Edith González, a sus 60 años, ha visto los efectos que han tenido para las abejas los incendios forestales: "Con el humo las colmenas no salían a trabajar, andaban perdidas y otras terminaron intoxicadas". 

Algo similar experimentó el presidente de BioMiel e integrante de la Red Nacional Apícola de Chile, Alejandro Bustos, en sus visitas a terreno por las zonas sucumbidas por las llamas. Para él, en su rubro existen tres tipos de damnificados: El primero es aquel que sufrió la incineración de sus abejas; el segundo es al que se le quemó todo su entorno y, por ende, la principal fuente de alimentación para la especie, y el tercero es el que las perdió a causa de la desorientación que les provocó el humo del siniestro. "Yo vi muchas que terminaban en el suelo, en el techo de las casas o en las paredes de los árboles. Ahora, no hay colmenas barbadas, que son las que no dormían por las noches cuidando el cajón y ventilando su hábitat. Hoy, las pocas que hay, están dentro de la caja. El resto quedaron botadas en los campos".

En la Región fueron quemadas sobre 600 colmenas, pero hay una mayor cantidad en peligro por la falta de alimento. Careciendo de este vital elemento, la especie puede sobrevivir durante tres o cuatro días. 

Este escenario llevó a la Red Apícola ha realizar la campaña "Azúcar para las Abejas", enfocada en las regiones afectadas por los siniestros. La iniciativa consiste, tal como detalló Bustos, en donar un kilo de azúcar que irá en ayuda de los pequeños apicultores de la Región, sobre todo en zonas más afectadas como Hualqui, Florida y Portezuelo.

"Un kilo de azúcar significa la sobrevivencia de una colmena durante una semana. Esta, además, tiene 10 marcos con aproximadamente dos mil abejas. En total una donación salvará a 20 mil especímenes", detalló Bustos.

Una de las consecuencias que debieron enfrentar los apicultores, incluso antes de la emergencia, fue que se adelantara en un mes la temporada de cosecha. Tal como le pasó a González "El 27 de diciembre, recolecté mi primera producción, luego fui en enero y no había nada". 

Conscientes del complejo escenario que deberán enfrentar en los próximos meses, debido al debilitación que experimentarán las colmenas durante el invierno, el presidente de BioMiel, no descartó solicitar, como gremio, al Gobierno un bono de invernación, para así aplacar de alguna forma las consecuencias de los incendios forestales.

"Sin las abejas se perdería cerca del 90 % de los productos agro, sin ellas no habría polinización, que es lo que le permite a las plantas fabricar sus propias semillas. Si todos supieran la importancia real de estas, habrían cientos de personas donando un kilo de azúcar". 

En la Galería Alessandri, al frente de la plaza de Concepción, se estarán recibiendo las donaciones.

Fiesta de la miel

El fin de semana se llevó a cabo la 15a versión de la tradicional Fiesta de la Miel, en Santa Juana. En dicha oportunidad, 70 expositores, que incluyen apicultores y artesanos, ofrecieron una variedad de productos confeccionados en base a la sustancia que fabrican las abejas

Alrededor de 5 mil personas asistieron diariamente al evento, para abastecerse a un precio módico del dulce y nutritivo producto. Jabones, cremas, propóleo, jalea real, sales de baños y shampoo, fueron algunos de los derivados que se ofrecieron a los visitantes de la feria. 

"Con esto de los incendios, la gente estaba muy preocupada, porque pensaron que no podrían vender sus recetas. Esto es un respiro para ellos y la buena recepción de la población generó un ambiente de optimismo en los vecinos de Santa Juana", contó el alcalde, Ángel Castro. 

Dentro de las actividades se hizo una cosecha de miel, para enseñar a los asistentes la importancia de las abejas y la labor de los apicultores de la comuna. 

La ganadora en esta versión de la "cata de la miel", Edith González, llamó a valorar el trabajo apícola. "La gente cree que uno pone los precios que se le ocurren, pero no es así. Situaciones como las de este año implican tener que aumentar los precios, ya que tener que alimentarlas significará un costo mayor para nosotros".