Mientras la empresa avanza en su plan de cumplimiento presentado a la Superintendencia del Medio Ambiente, vecinos insisten en que no puede operar donde hoy lo hace.

 

Javier Ochoa Provoste
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Finalmente, Canteras Lonco ingresó su Declaración de Impacto Ambiental al servicio regional, dejando atrás 59 años de operación fuera de una institucionalidad ambiental que recién se delineó a partir de 1994 en Chile.

Esto ocurre en el contexto de concreción de su plan de cumplimiento presentado a la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), luego que el organismo fiscalizador iniciara en marzo de 2015 un proceso de fiscalización de la empresa tras haber recibido denuncias por su operación por parte de vecinos del sector, y que derivó en un proceso sancionatorio iniciado en septiembre de ese mismo año.

Posteriormente, en junio de 2016, el Sernageomín constató que existía riesgo para la población adyacente debido a la probabilidad de un aluvión.

En paralelo, la municipalidad de Chiguayante clausuró sus instalaciones (hasta el día de hoy), por un supuesto no pago de patentes, algo que para la empresa no es válido, aludiendo que son una actividad primaria y como tal, no corresponde cancelar patente alguna.

Lo actual

Cabe recordar que en septiembre del año pasado, la autoridad ambiental autorizó una solicitud de la empresa, en tanto, además de una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) pudiera ser alternativa de ingreso al sistema un Estudio de Impacto Ambiental (EIA). Finalmente, se determinó ingresar con una DIA, la cual ya fue admitida. Por tanto, la empresa espera ahora su tramitación.

– ¿Cuáles son los énfasis de esta DIA?

– Canteras Lonco informó a Diario Concepción que la base fundamental de todas las medidas de control que se han incluido en la DIA están orientadas a disminuir los eventuales efectos sobre la comunidad cercana y contribuir a una convivencia correcta entre el proyecto y los vecinos, así como también dar cumplimiento a las exigencias de las distintas reparticiones sectoriales involucradas.

La compañía informó que el proyecto contempla además una fase de abandono en la que se comprometieron las obras de estabilización de taludes y canalizaciones de aguas lluvias. 

– ¿En qué está hoy la empresa? 

– La empresa insiste en que ha seguido con todas sus obligaciones ante la autoridad, como fiel reflejo de su respeto por la normativa y voluntad colaborativa.

Respecto a la clausura, que es municipal, la entidad acotó que "siempre ha cumplido con la ley, y que no le corresponde el pago de patente por ser actividad primaria".

Canteras Lonco considera que la clausura se trató de un procedimiento arbitrario por parte de la Municipalidad de Chiguayante, en el cual la autoridad comunal aún no ingresa la denuncia al Juzgado de Policía Local para que éste se pronuncie sobre la pertinencia de pagar patente o no. Esto sí ocurrió con la Municipalidad de Concepción, donde el Juzgado de Policía Local estableció que por ser actividad primaria Canteras Lonco no debe pagar patente en su oficina administrativa, lo que constituye un antecedente calificado en la materia; por tanto, hay jurisprudencia.

Ahora bien, Canteras Lonco dijo que "es evidente que para volver a operar, la empresa además de obtener una Resolución de Calificación Ambiental favorable debe ver levantada esta clausura irregular. El daño económico por casi dos años de clausura es enorme a una empresa que a pesar de estar clausurada mantiene aún 50 puestos de trabajo, y cuyo funcionamiento resulta también indispensable para la región, en tanto en las últimas décadas ha abastecido con áridos alrededor de un 60% de sus obras públicas. Clave en este rol ha sido la calidad de su materia prima sumado a su ventaja estratégica por ubicación".

Los vecinos

Consultado el vecino y abogado, Felipe Urbina, éste sostuvo que ellos están por el ingreso de un Estudio de Impacto Ambiental. Y sobre el tema de fondo, dijo que la postura de ellos se mantiene: esto es que la empresa no puede operar donde hoy lo hace, siendo un fuerte argumento el plan regulador comunal de Chiguayante.