La instalación, de más de mil metros cuadrados, estaba ubicada en San José de Palomares, comuna de Florida. Iniciaron una campaña para recibir ayuda.
La instalación, de más de mil metros cuadrados, estaba ubicada en San José de Palomares, comuna de Florida. Iniciaron una campaña para recibir ayuda.
Felipe Placencia Soto
felipe.placencia@diarioconcepcion.cl
El empresario Raúl Díaz y su madre, María Eugenia Ruiz, tardaron seis años en levantar el proyecto "Lodge Chucao" en las inmediaciones de un ecoparque ubicado en San José de Palomares, comuna de Florida. En cuestión de minutos perdieron todo con el incendio: $1.300 millones reducidos a cenizas, ante una catástrofe que golpea no sólo al mundo forestal y silvoagropecuario, sino que también al turismo.
"Estuvimos solos batallando contra el fuego. No llegó un balde de agua de Conaf ni de bomberos. De nadie. Ni un avión. Ni un helicóptero. Quedamos solos contra el demonio de llamas que estaba por todos lados", contó muy afectado Díaz, quien aún no asimila la pérdida de su hotel y centro de eventos, que estaba dando créditos.
Hace dos años abrieron al público tras afinar detalles y así brindar un servicio de calidad, en 1.300 metros cuadrados. Casamientos, cumpleaños, cenas familiares, paseos de relajo, capacitaciones, se daban cita en el lugar, lo que obligaba a su constante expansión.
"Estábamos haciendo todo el proceso para ser parte de Protur, la Asociación Gremial de Turismo y Cultura del Bío Bío, con apoyo de Sernatur. Y bueno, hasta aquí llegó todo", contó Díaz, añadiendo que estaban a punto de iniciar un coaching educacional.
Pese a que cuentan con un seguro básico, no es suficiente para cubrir todos los daños, ya que no contempla el valor comercial de su ecoemprendimiento. Jamás se imaginaron que serían afectados por el peor incendio forestal en la historia de Chile.
"Escogimos este lugar por lo cercano a Concepción (15 minutos) y porque estaba rodeado de naturaleza. Era hermoso, pero eso nos costó muy caro. Estamos devastados, pero confiados en poder reconstruir, esperando poder acceder a alguna ayuda económica del Gobierno para las pymes. Hemos recibido apoyo de nuestros vecinos que no se quemaron, amigos y familiares. Eso es solo paliativo y seguramente lo destinaremos a los trabajos de remoción de escombros", contó María Eugenia Ruiz.
Peleando contra el fuego
Raúl Díaz veía con impotencia como todos los sueños se quemaban y se convertían en humo. "Me hice unos tajos y una quemada en la pierna, suavecita. Duele, pero más es el dolor en el alma".
El empresario también es presidente de la junta de vecinos del sector. Al menos 12 familias también lo perdieron todo y ya se están organizando para levantarse.
"No se puede controlar la naturaleza. Escupía fuego por todos lados. Un árbol por aquí y otro por allá. Es una cosa indescriptible", recordó Díaz lo que ocurrió el jueves pasado, el peor de su vida.
Ayer tenía planificado reunirse con personal municipal, quienes están catastrando la zona.
"Como familia estamos pasando una tremenda angustia. Este proyecto se levantó a punta de sacrificio, deudas y amor. Es impactante ver todo destruido en minutos, sin poder hacer absolutamente nada. Pero los emprendedores como Raúl y su madre, saben cómo recibir golpes y sobreponerse. Sin duda éste es el más grande que jamás imaginaron, pero confío en que, como muchas pymes chilenas, podrán renacer literalmente desde las cenizas, pues con ese mismo espíritu muchos han comenzando" , aseguró su pareja, Cory Gómez.