En febrero de 2018 se conocerán los resultados del estudio de un plan de ordenamiento territorial que está elaborando la consultora Surplan por $127 millones.
En febrero de 2018 se conocerán los resultados del estudio de un plan de ordenamiento territorial que está elaborando la consultora Surplan por $127 millones.
Ximena Valenzuela Cifuentes
ximena.valenzuela@diarioconcepcion.cl
Siempre es positiva la instalación de tiendas comerciales en el centro de Concepción, pues no sólo generan competencia de precios, que resulta sana para los clientes, sino también nuevos empleos. Pero cuando la llegada de los gigantes del retail interviene en la fachada de edificios, considerados por los penquistas como un valor patrimonial, las voces de protesta se alzan.
Eso fue lo que sucedió en 2012 cuando Ripley optó por conservar una parte de la fachada de una casona particular, construida a fines del siglo XIX, que durante años fue ocupada por la Universidad de Concepción, obra que fue altamente criticada y considerada poco pulcra, como un anexo del Mall del Centro que no contribuye a la recuperación patrimonial.
Hoy, el ejemplo más cercano lo constituye la tienda Hites, que abrió hace un año aproximadamente, y que borró de plano la fachada del extinto Hotel Ritz, ubicado en el corazón del centro penquista, en Barros Arana con Aníbal Pinto, muchos soñaban con que la empresa realizara una restauración del hotel. Sin embargo, la remodelación dio paso a una fachada de tonos metálicos con grandes letras azules que se confunden entre los edificios.
Luis Jofré, arquitecto y diseñador de ambientes, mientras esperaba a un amigo en la llamada "parada de los tontos", en Aníbal Pinto con Barros Arana, comentó que el lugar era un clásico. "Todo el mundo se junta acá; antes uno miraba a los alrededores, veía y se maravillaba con las formas de edificios como el antiguo Hotel Ritz… Ahora sólo se ve como una plancha metálica que no atrae para nada", dijo y agregó que como arquitecto espera que nuevas normativas impidan trabajos como el que ahora corona el paseo peatonal.
Identidad local
Como Jofré, algunos de sus pares en la zona sostienen que el trabajo realizado por Hites fue un error y que esperan que la creación del plan seccional, que está en fase de estudio actualmente, permita proteger obras que si bien no tienen la definición de monumento nacional, realzan la belleza de la ciudad y forman parte de la identidad penquista.
De hecho, según el historiador y director de la Biblioteca Municipal de Concepción, Alejandro Mihovilovich, el Hotel Ritz fue en sus comienzos el favorito de los turistas extranjeros, solo comparable en sus años de gloria a la hegemonía que más tarde detentaría El Araucano.
El inmueble, inaugurado en 1932 y diseñado por el arquitecto Alberto Cruz Montt, se transformó así en un emblema de la calle Barros Arana, en una ubicación privilegiada: al lado de la municipalidad y al frente de la Plaza Independencia.
Su dueño, Nicasio Martínez de Codes, lo ideó pensando en sopesar de mejor forma la Gran Depresión en la década del ’30.
El edificio se arrendó a un concesionario y se destinó la planta baja para locales comerciales hasta la década del ’50, como la Casa Oneto, la librería Universo y en el subterráneo del hotel, un bar muy concurrido por la clase penquista, donde se hacían fiestas, se jugaba cacho y se fumaba por toneladas.
Para el terremoto del ‘38 pasó la prueba; luego en el de 1960 resultó con algunos daños que lo inhabilitaron por mucho tiempo y en 2010, luego de un año del cierre oficial, quedó a mal traer, pero lo que realmente se lo llevó fue la mano del hombre.
Escaso valor urbano
Para Sergio Baeriswyl, premio nacional de Urbanismo, el antiguo edificio representaba una arquitectura del primer tercio del siglo XX, que cada vez es más escasa en Concepción. "Se trata de un edificio histórico y conocido por su rol hotelero y que configuraba muy bien una de las principales esquinas de la Plaza Independencia. Su arquitectura era sencilla y mostraba líneas elegantes propias del modernismo de la época".
Lamentó el cambio que sufrió, pues no permite poner en valor su arquitectura original e histórica, sino que por el contrario, disfraza un edificio patrimonial, con una fachada de poco valor urbano. "Lo ideal habrías sido rescatar y poner en valor su arquitectura original, transformando el edificio en un referente para la ciudad, su historia y su memoria".
Seccional: una protección
Baeriswyl recalcó que la ciudad ha perdido mucho producto de los terremotos y que las normas de protección al patrimonio, vigentes desde 2004 con el plan regulador aprobado ese año, son insuficientes. A su juicio se debería normar de mejor forma, pues los propietarios de bienes patrimoniales no cuentan beneficios, sino que consideran la determinación como un gravamen, del cual harán todos los esfuerzos para liberarse.
De ahí, la necesidad de que Concepción cuente con un plan seccional, que rija en distintos aspectos, entre ellos la protección patrimonial, en un sector de la ciudad es alta. "No puede estar ausente el plan seccional, pues constituye la dimensión morfológica y patrimonial (…). Es de esperar que esto sea incorporado debidamente en este estudio en curso".
El arquitecto y docente de las universidades del Bío Bío y de la del Desarrollo, afirmó que el Hotel Ritz tenía cierto valor histórico e identitario para Concepción y, que considerando los terremotos que se han llevado gran parte de la arquitectura local la tienda de retail debería haber hecho un trabajo mejor, con un mayor criterio. "Haberla destacado, mostrar un poco más de compromiso con la ciudad y trabajar con quienes sepan de arquitectura (…), pero le pusieron Alucom (material gris brillante) que es muy feo, con paneles que dan un reflejo como si fuera metálico".
El profesional señaló que el Estado se debe poner los pantalones para evitar intervenciones como la de Hites, con nuevas normativas, que no aumenten el Alzheimer en el que Concepción está sumido, perdiendo su identidad arquitectónica.
Soledad Garay, socia de Dos Arquitectos, aseveró que lo realizado por Hites en el edificio del ex Hotel Ritz fue un atentado urbano, ya que la esquina en la que estaba ubicado era histórica y que representaba un período arquitectónico importante. "Eso es justamente lo que yo como arquitecto no haría (…). Hites con cero criterio y sin ningún interés en la ciudad ni en el edificio que compró, simplemente, ocultó su valor y además con una calidad pobre".
Definitivamente, a juicio de la arquitecto, se requiere una normativa mejor que resguarde ciertos aspectos de los cascos históricos o de edificios emblemáticos.
"Quizás no una normativa que implique inversión, pero que sí se haga cargo de los cuidados que corresponde y, que incluya asesoría profesionales que estén validados que conozcan del tema de recuperación, restauración y reciclaje. Acá (en Hites) no se consideraron profesionales de calidad, sino que simplemente lo tomó una empresa que operó según si interés en una de las esquinas más importantes de la ciudad".
Agregó que la nueva normativa debe considerar instrumentos de fomentos, que impulsen a los privados a cuidar los inmuebles, ya sea con beneficios tributarios, municipales o fondos públicos concursables. Destacó el trabajo que se realiza en París donde, por ejemplo, en el casco histórico no se puede tocar ningún edificio ni en su fachada ni estructural, se debe recuperar. "Quizás es un caso extremo, pero demuestra lo que se puede hacer, lo mismo sucede en Barcelona", dijo.
Poco rentable
Para el decano de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía de la Universidad de Concepción, Bernardo Suazo, desde el punto de vista de su ubicación, altura y lo que representaba para la época el antiguo Hotel Ritz tenía una importancia patrimonial y arquitectónica.
"Evidentemente que siempre es importante rescatar la arquitectura y restaurar un edificio que yo creo que sí habría sido lo ideal. Imagino que no era muy rentable restaurarlo por lo que definieron hacer lo que se hizo. Creo que perdemos el patrimonio porque el Estado no pone recursos para hacerlo. Para el privado que un inmueble sea declarado monumento nacional es más una sentencia de muerte que un privilegio".
A juicio de Suazo la fachada de Hites no fue excelente, pero era mejor que no hacer nada, sobre todo, considerando que quedó muy dañado después del terremoto.
Eso sí, recalcó que es vital que el nuevo plan seccional de Concepción aborde la necesidad de protección y contemple recursos. "Tiene que ser un seccional bien pensado, tiene que equilibrar el tema patrimonial, arquitectónico de ciudad con el tema financiero y económico, o sino va a ser un fracaso. Estamos a tiempo de un cambio, pero hay que hacer un análisis sistémico del tema, no se trata sólo de rasgar vestiduras y decir que debemos proteger todo, porque eso, en general, ha llevado al deterioro y la muerte de varias partes y ciudades porque la fórmula es consensuar", concluyó.
Detalles del plan
El estudio de un seccional para Concepción, que fue costeado en conjunto por el ministerio de Vivienda y Urbanismo y el municipio local, estará concluido y entregado en febrero de 2018 entregando con ello las bases de protección patrimonial de la ciudad, regulará las edificaciones, el uso de suelo, trazados y anchos de calles, entre otros.
El seccional incluirá un cuadrante entre Castellón – Lincoyán y, calle Rozas y O’Higgins.
El análisis, que está siendo realizado por la Consultora Surplan, va a cuidar, según el seremi de Vivienda y Urbanismo, Jaime Arévalo, los espacios públicos y edificios patrimoniales, posicionando así a Concepción en un nivel superior en términos de lo que significa la planificación a corto, mediano y largo plazo.