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El “fenómeno” Guillier, la piedra en el zapato en las presidenciales

Hablemos francamente: en el desprestigiado ambiente político, en especial entre los que aspiran a saludar triunfantes desde La Moneda, el senador independiente cayó bomba. Su inesperada marca en las encuestas apuró el proceso de las presidenciales 2017, empujó e incomodó a los candidatos más obvios y obligó a replantear alianzas. Hoy, aunque todos hablen de tomar decisiones en marzo, saben que esto decantará mucho antes.

Por: Diario Concepción 16 de Octubre 2016
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Hablemos francamente: en el desprestigiado ambiente político, en especial entre los que aspiran a saludar triunfantes desde La Moneda, el senador independiente cayó bomba. Su inesperada marca en las encuestas apuró el proceso de las presidenciales 2017, empujó e incomodó a los candidatos más obvios y obligó a replantear alianzas. 

Luz María Astorga P.

Domingo 16 de octubre de 2016.

Alejandro Guillier no da entrevistas. No hasta después del domingo 23. Ese día, post municipales, él y su equipo evaluarán la línea a seguir. 

Es la versión oficial. Y tiene sentido. Porque los próximos pasos del sociólogo-periodista-senador-cada-día-con-más-cara-de-candidato, como la de otros aspirantes a La Moneda y al Parlamento, estarán marcados por el resultado de esos comicios. Incluso, a juicio del cientista político Guillermo Holzmann, lo que viene dependerá en buena medida de la abstención. Si se repite el 60% de las presidenciales 2013, las posibilidades de Guillier bajarían "porque el 40% es voto institucional, de partido", y eso lo podría dejar en un tercer lugar, suponiendo que llegue junto con Sebastián Piñera y Ricardo Lagos… 

Pero ese es solo un enfoque. En estos días hay miradas variopintas frente a eventuales escenarios para las presidenciales 2017.

"El ambiente se pone así en estas fechas", comenta el experto electoral ex PPD, Pepe Auth, citando la historia reciente. Y, claro, después de las votaciones para alcaldes y concejales, "se instala un resbalín" que lleva rápido a las otras elecciones. Los partidos, calcula, en la práctica tienen menos de 80 días para nominar sus aspirantes, considerando que las primarias presidenciales legales son el 2 de julio. 

Cunde el nerviosismo y la especulación. 

"La decisión, a la larga, va a ser entre Lagos y Piñera; lo otro es fantasía", dijo esta semana el ministro del Interior, Mario Fernández, y de inmediato, Ernesto Velasco, presidente del Partido Radical Social Demócrata, pidió su salida. Se entiende, son los radicales quienes aspiran a llevar como abanderado a Guillier, aunque se sabe que para tener éxito necesitan las espaldas de un partido grande.

El proceso va en cámara rápida. 

Hace un par de meses, el ex presidente Ricardo Lagos dijo que su decisión sobre competir o no la tomaría en marzo, pero se lanzó en septiembre. 

Hasta ahora, el ex mandatario Sebastián Piñera habla del mismo mes, pero hace intensa campaña apoyando a los candidatos de Chile Vamos. 

Y Guillier, senador independiente, que también fijó marzo como el mes clave, ha recorrido más de 160 comunas, apoyando nombres de todos los partidos de la Nueva Mayoría, menos los que tienen problemas judiciales o éticos. Fue su exigencia. 

"Ha hecho lo que había que hacer", apunta Auth, refiriéndose además a que en el recorrido teje redes sociales, asunto fundamental para alguien que no tiene historia política pero que, desde fuera, construyó su imagen y fue por años el rostro más creíble de la TV. Ahora, en el contexto de una política desprestigiada, de parlamentarios y dirigentes de partidos con alto grado de rechazo ciudadano, eso vale platino.

"Al único competidor que le teme Piñera es a Guillier. Le tiene pánico porque es fuerte donde él es débil: en credibilidad y confianza. Con Lagos en eso están parejos. Y es un flanco decisivo; ahora, más que nunca, la gente tiene que confiar. La encuesta CEP lo decía; la principal demanda al próximo presidente es la credibilidad", agrega el experto en elecciones.

"La ética y la moral deben estar presentes. La respetabilidad es un capital mayor. Y Guillier es una carta nueva, independiente, lo que es bueno y malo, porque yo prefiero un auto con patente", afirma el diputado radical por Los Ángeles, José Pérez, quien reconoce a dos candidatos bien aspectados por la Nueva Mayoría, pero admite que su "excelente relación y cercanía" ha sido siempre con el ex mandatario.

EL GRAN SALTO

En calles peatonales, ferias libres y mercados persas, micrófono en mano, el senador por Antofagasta le habla a la gente, haciendo lo que probablemente por estos días pocos políticos pueden sin que los insulten o les griten. Es el único que tiene sobre 50% de evaluación positiva, con 32% de rechazo, al revés de Lagos. Puntea en la encuesta Plaza Pública Cadem, en la que ni siquiera figuraba al verano pasado, luego de ser el mejor evaluado en la CEP de julio (44%). 

"Habla bien, tiene prestancia y escucha", resume con no poca sorpresa Auth, quien lo ha acompañado un par de veces y que lo conocía solo como hombre de prensa.

Hace un mes, en entrevista radial, Guillier también se declaró "sorprendido" del cómo avanzó en las encuestas, relacionándolo con la decepción de la gente con la política y sus actores. "El país ha cambiado más de lo que pensábamos; la ciudadanía es del siglo 21 y nuestros liderazgos son del siglo 20", dijo. 

En la misma línea, luego comentó el lanzamiento de Lagos, "al estilo de Bernardo O´Higgins, como el salvador de la Patria" (quienes lo quieren interpretan la polémica frase no como ataque sino como una observación de liderazgo opuesto a lo que se impone hoy, no autoritario ni vertical).

Guillier ve a Chile como un país en tránsito. Y se ve a sí mismo como un político de transición a nuevas dirigencias. La ciudadanía, más educada, conoce sus derechos, no quiere más abusos, dice, convencido de que al chileno le gusta el cambio, pero con gobernabilidad y que a las elite le asusta la participación ciudadana.

Con igual convicción sostiene que "atrás tenemos un proceso que hizo lo suyo, pero que ya pasó". 

Y seguro de que urge redefinir la relación entre los chilenos ("que nadie se quede sin educación por plata"; "no es aceptable que en salud nos digan esto no está cubierto" y "del ahorro previsional no solo quiero una pensión sino también trabajo para mis hijos"), le preocupa que, con voto voluntario, el 60% de los habilitados no votara en 2013.

Por eso, hace dos semanas, en su Twitter apareció este mensaje: "Hoy conmemoramos la alegría que no llegó #5deOctubre. La democracia es el plebiscito de todos los días. Este #23deOctubre vota Municipales 2016".

Aunque esas palabras desaparecieron en tres minutos –se atribuyeron a un error del equipo de redes sociales y no a lo que piensa el senador-, lo que se mantuvo fue el llamado a ejercer el derecho que "los hace ciudadanos, los hace influir en la toma de decisiones del país. No es cierto que el voto no afecte en nada. Crea realidades. Chile ha ido cambiando. Porque la gente salió a las calles, porque está levantando reivindicaciones. Pero si eso no se traduce en una decisión política que tenga que ver con elección de autoridades, se puede desvanecer".

Muchas cosas penden de ese hilo.

Y en el tránsito al día D, se percibe un inestable panorama, donde nada es como se suponía, empezando –dirán algunos- por el simple hecho de que Guillier meses atrás aseguró que si Ricardo Lagos se lanzaba, trabajaría para él. 

Cambia, todo cambia. A fines de agosto de 2015, Guillier ofició de presentador del libro de Lagos "Comunicación, redes y poder", en el auditorio de la Universidad Mayor, y no escatimó halagos para el ex Mandatario.

Este año, el 29 de septiembre, Lagos lanzó otro libro -titulado "En vez del Pesimismo. Una mirada estratégica de Chile al 2040"-, en el Senado santiaguino. En primera fila estuvo el senador PPD Guido Girardi, hasta ese momento no precisamente el más laguista…

CHOQUE CON LA REALIDAD

La política tiene mucho de arena movediza. Con oficina en el Parlamento hace dos años y medio, el otrora conductor de noticias, panelista de Tolerancia Cero, director de prensa y presidente del Colegio de Periodistas, sabe de esto. Llegó ahí en marzo de 2014, a los 61 años, elegido con 37% de los votos, después de ejercer el periodismo por más de tres décadas. Era un outsider de la política que, sin embargo, tuvo conciencia de su sentido de servicio público desde que entró a la U. del Norte, a estudiar Sociología "para tener un pensamiento crítico". En cuarto año, en paralelo, empezó Periodismo. Ya entonces hablaba bien, pero redactaba mal. 

¿Cómo y por qué entró en política?

Como entrevistador se hizo amigo de los dirigentes estudiantiles Giorgio Jackson, Camila Vallejos y Gabriel Boric, a quienes conminaba a avanzar en política. "¿Y cómo andamos por casa?", le preguntaban ellos. Cierto. La semilla ya estaba germinando, aunque él seguía dedicado a la TV, la radio y la academia, lo que le permitía ganar "tres veces lo que un senador", ha dicho como forma de demostrar que el cambio tuvo su buena cuota de sacrificio. 

"Me costó tomar posición cuando entré al Senado. A los seis meses aprendí que si no eres firme, te violan mañana, tarde y noche", confesó en UCV. 

Como independiente entró bajo el alero del Partido por la Democracia. Pero duró poco. Según un parlamentario de la tienda, en la Cámara Alta el ambiente es hostil, pero en las bancadas, peor. Guillier vio que cada uno tiraba para su santo, que no existían decisiones ni espíritu colectivo, que las reuniones-almuerzos se transformaban muchas veces en peleas. En suma, que estaba en el reino de las individualidades. Y viró. 

Ya en julio debutaba con la bancada regionalista, además transversal, que lidera y en la que están, entre otros, Lily Pérez, Carlos Bianchi, Antonio Horvath y Manuel José Ossandón. 

Es algo más bien funcional, dicen, porque en el Senado son pocos los agrupamientos efectivos y la ley es la de la selva. 

Como parlamentario ha presentado 57 mociones, seis se rechazaron, otras siguen en trámite y solo se aprobaron dos: el Día de los Caletoninos y el Día Nacional del Radioaficionado.

Pero la apuesta ganadora, sin duda, ha sido la ley de descentralización, que incluye elección popular de intendentes (gobernadores), asunto que no apoya Lagos ni Piñera, ni que está completamente resuelto. "Si bien tuvimos buenas noticias con la aprobación, hay sectores en la propia Nueva Mayoría que no creen en la descentralización; hay que decirlo con sinceridad a la gente. Es probable que empiecen a jugar a alargar la discusión de las facultades y competencias para no tener elecciones el próximo año", declaró. 

Hasta ahora, Guillier no parece dispuesto a disfrazar realidades. 

"Claro, lo que pasa es que es un gallo correcto, derecho. Algunos amigos incluso lo critican y dicen que es demasiado bueno para estar en política. No ve la maldad, probablemente eso le pasó cuando llegó al Senado. Hacer lo correcto no es lo que prima, sino la figuración y el poder", sostiene Auth. 

JUGADAS DE AJEDREZ

¿Qué viene ahora?

Circulan distintas visiones. 

El analista Max Colodro escribió días atrás que "un hombre que arribó de súbito a estas lides, sin trayectoria política, pero que hoy encabeza las encuestas como la opción más competitiva para impedir el retorno de la derecha al poder", recoge, sin embargo, de mejor forma el imaginario de la Nueva Mayoría, genera menos resistencias en su base militante y, sobre todo, posee una empatía y una conexión emocional con la gente de la que Ricardo Lagos simplemente carece".

A Lagos –quien en encuestas de la NM sigue bajando-, algunos lo sienten como el político tradicional que piensa en el futuro y escribe libros para la elite, que es crítico de la administración bacheletista, mientras Guillier aplana calles cultivando eso de ser rostro cercano y creíble, se cuida de no cuestionar públicamente al Gobierno y enuncia tareas urgentes, tras la implícita convicción de "pasado, pisado". 

Uno da clase magistral. El otro da clase participativa, resumen.

Y como Chile ha cambiado, hoy el épico dedo apuntando a Pinochet sería motivo de escarnio en las redes sociales, asegura Auth.

Lo mejor de Lagos es su experiencia, conocimiento, muñeca, peso específico, talla de estadista.

Lo mejor de Guillier, su sintonía con el sentido común de la gente; ser menos ideológico y no estar contaminado políticamente. 

En eso las opiniones de expertos son coincidentes. 

"En su esquema, representando el sentir ciudadano y no a partidos, defendiendo las primarias, hoy Guillier claramente da un golpe al diseño partidario y donde existía cierto ordenamiento para llevar un solo candidato, Lagos. Entonces ahora pasó a ser una piedra en el zapato y, probablemente, una roca mañana", afirma Holzmann. 

Hoy, agrega, significa la división de los partidos de la NM, que –tal como los de Chile Vamos- están debilitados internamente. "Y llevará a que cada tienda a querer tener su propio candidato. ¿Cómo se resuelve esto? No lo sabemos, pero está claro que tendrá efecto sobre el liderazgo de Piñera, porque si hay espacio para un centroizquierda ¿por qué no para un Kast y un Ossandón en la derecha?".

Auth vaticina: 

"Para Guillier, el ideal sería que el PPD y PS proclamen a Lagos. Así, podrían ir a una primaria a dos bandas; él con la Democracia Cristiana detrás. Es lo que probablemente ocurrirá. Hace muchos años que la DC no tiene el candidato más popular y como detrás de Guillier no hay un partido de peso –como sucedió con Bachelet en 2005-, ahora tendrá la oportunidad de influir, de ser decisiva. Eso, en vísperas de una parlamentaria es ¡un tremendo negocio!".

Sea quien sea el ganador, todos saben que el gobierno próximo enfrentará más dificultades. Se heredan reformas estructurales en proceso, escuálida billetera fiscal, robustas demandas ciudadanas, camionadas de desprestigio… El punto es ¿cuánto más difícil sería esto si el elegido es hombre sin redes políticas ni mayoritario respaldo partidario?

Solo con los radicales tendría problemas para dar soporte a un gobierno, sentencia Holzmann. "Hay que asignar más de 2 mil cargos, enfrentar proyectos pendientes, todo requiere nexos con los partidos y si ha estado distante, su capacidad de negociación será baja. El trata de hacer lo correcto, pero en política importan los interese".

"No veo la dificultad", refuta Auth y sigue: "Hoy los bloques se constituyen detrás de los liderazgos, no al revés. Lo vimos con Lagos, con Frei, con Bachelet en 2005. Lo difícil es tener a alguien con credibilidad y confianza ciudadana como para ganar una elección". 

Habrá que ver. Por el momento, cosas concretas desde Chile Vamos. 

Daniel Platovsky, que formó parte de la directiva RN cuando presidía Piñera, dice que ya no cree en soluciones rápidas, que lo único que ve es a Lagos y que Guillier sería "un experimento".

Y otro comentario con anonimato, pero de un importante piñerista: 

"Guillier es un misterio, todo es incierto y desconocido con él".

Por eso están ocupados estudiándolo.

 

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