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Ricardo Lagos: “La peor corrupción es buscar el poder por el poder”

En auto y durante dos días, el ex mandatario recorrió las provincias de Ñuble, Bío Bío y Concepción. Presentó su nuevo libro, compartió con alcaldes y parlamentarios, visitó a representantes de la tercera edad y del radicalismo, etc. En medio de esta intensa agenda, visitó Diario Concepción y habló de su proyecto país, cuidándose, eso sí, de no deslizar críticas al actual gobierno. Una cosa parece clara: su disposición para volver a La Moneda.

Por: Diario Concepción 03 de Octubre 2016
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En auto y durante dos días, el ex mandatario recorrió las provincias de Ñuble, Bío Bío y Concepción. Presentó su nuevo libro, compartió con alcaldes y parlamentarios, visitó a representantes de la tercera edad y del radicalismo, etc. En medio de esta intensa agenda, visitó Diario Concepción y habló de su proyecto país, cuidándose, eso sí, de no deslizar críticas al actual gobierno. Una cosa parece clara: su disposición para volver a La Moneda. 
 

Maximiliano Alarcón González
maximiliano.alarcon@diarioconcepcion.cl

En Chile un presidente nunca deja su condición como tal. Si bien hace diez años terminó su período a cargo de La Moneda, Ricardo Lagos Escobar no se ha restado del debate público, y por estos días, se le ve mucho más presente que en los años anteriores. Muestra de esto es su nuevo libro ‘En vez del pesimismo: Una mirada estratégica de Chile al 2040’. Aunque este nuevo trabajo, según las palabras del ex mandatario, son la actualización de análisis que había publicado en años anteriores, algo que estimó necesario, debido a que "los cambios han sido muy radicales". 

Los cambios de los que habla Lagos van desde la caída del Muro de Berlín, pasando por la crisis subprime de 2008, hasta las condiciones que dejan las tecnologías a la sociedad contemporánea. Frente a esto, ve una peligrosa sensación de pesimismo en el país, donde la clase política y las instituciones están cuestionadas. El ex presidente conjuga esto en la necesidad de una carta de navegación que se proyecte hasta 2040, pero que sirva para tomar decisiones en lo inmediato. 

"Cuando se pensó el programa de Patricio Aylwin, si no hubiéramos dicho dónde queríamos estar el 2010, jamás habríamos reducido la pobreza a lo que la redujimos, jamás habríamos pensado en el nivel de crecimiento que hubo, además de que iban a estar presos buena parte de los responsables de las violaciones de Derechos Humanos. El libro se llama ‘En vez del pesimismo’, porque es posible tener un Chile más optimista con una mirada más amplia", dice el ex presidente.

Lagos visitó la Región del Bío Bío, acompañado siempre del senador PPD Felipe Harboe, uno de los que afirma quererlo de vuelta en La Moneda. Aún no se define como candidato presidencial, pero el haberse declarado a disposición del desafío, sumado a las intensas agendas políticas y mediáticas, parecen confirmarlo. 

– ¿Cuál sería su propuesta para reactivar el desarrollo?

– Lo que viene en el libro es una forma de introducir un debate en donde lo primero es tener claro que hay que volver a crecer. Lo segundo, es que para esto se requiere de determinados consensos amplios en distintos sectores de la actividad político económica en Chile. 

Tercero, está explicado aquí el fondo de infraestructura. Con las concesiones se ha creado una riqueza de 25 mil millones de dólares que antes no existían ¿De quién es esa riqueza? Del Estado de Chile, porque Chile es el dueño de los caminos y aeropuertos ¿Qué pasa si yo tomo esos 25 mil millones y los pongo en un gran fondo de infraestructura que lo preside el ministro de Obras Públicas? Haces trabajar ese tremendo capital que está inmovilizado y tienes una cantidad de recursos que tú liberas a partir de esa riqueza que se creó, para seguir creando más riquezas, o sea, más infraestructura. Pero si tienes un fondo con un capital de 25 mil millones de dólares, lo multiplicas por 6 u 8 y tienes 150 o 200 mil millones de dólares en 20 años, puedes invertir 10 mil millones al año, creando más riqueza. Ese es un elemento central que no existía hace 20 años.

Cuarto, que es lo central ¿Cómo haces, porque estás creciendo gracias a eso, para tener un país socialmente inclusivo? 

Quinto, le hago un test de la blancura al sistema tributario. Chile tiene un coeficiente de gini, que mide la desigualdad de los ingresos, de 0,50, la media de los país de la Ocde es de 0,48, bien cerca de Chile, pero eso es antes de impuestos, pero después de impuestos en los países de la Ocde la media en la distribución de ingresos después de impuestos de 0,48 baja a 0,32. Hace una gran diferencia antes y después de impuestos, en Chile casi nada. ¿Es posible que en 20 años por lo menos bajemos 10 puntos el índice de gini y que haya una diferencia antes y después de impuestos? Eso implica un sistema tributario más justo, si no hacen diferencia alguna quiere decir que no grava a los que tienen más.

La última reflexión en materia de crecimiento tiene que ver con la emisión de gases invernaderos. Los países a futuro se van a medir en ingreso por habitante y por cuánto emites ¿Cómo creces reduciendo emisiones? 

– Cuando se habla de que el crecimiento está estancado, ¿hay responsabilidad del actual Gobierno?

– Creo que hay de todo un poquito. Primero el precio del cobre, no nos engañemos, para lo cual tienes medidas anticíclicas. Puedes pasar un aviso comercial y decir "mire, cuando el precio del cobre es bajo gastamos más, pero cuando el precio del cobre es mucho no podemos gastar más sino que hay que ahorrar para los tiempos malos. Tenemos que tener políticas anticíclicas de manera de contrarrestar. Uno podría decir que sí, algo tiene que ver con esto, pero creo que el elemento determinante es la situación internacional. Pero eso es mal de mucho consuelo de tontos, tenemos que ser capaces de afrontar esto.

– ¿Pero las reformas tienen responsabilidad?

– Digamos las cosas como son. Una reforma tributaria siempre produce ruido. Recuerdo cuando huicimos una reforma para evitar la evasión, que era muy grande, un 25%, el ministro me dice "la situación está muy mala, la economía se está yendo para abajo en todo el mundo, por qué no lo posponemos" y yo le dije "nunca es un buen momento del punto de vista económico. Cuando vas para abajo como ahora vas para abajo, y cuando vas para arriba te dicen "Presidente, vamos creciendo rápido, no hagamos nada para evitar dejar de crecer". Un tema tributario hay que abordarlo, y es normal que se produzcan problemas. O sea, en los actores económicos el tema de la confianza incide, pero eso no quiere decir que las reformas no hay que hacerlas".

– ¿Pero le parece a usted que esta fue una buena reforma tributaria?

– Tenía opiniones un poco distintas, pero creo que, probablemente por la coyuntura de cada día, hay cosas que se pueden perfeccionar, me gustaría ver una reforma tributaria que cumpliera el punto que señalo aquí, que me haga una diferencia antes y después de impuestos. O sea estoy planteando un test de exigencia a la reforma por los resultados que espero obtener, que no es sólo más ingresos. Es también una redistribución.

– A propósito de esto, ¿Cómo ha cambiado el tema de la mala distribución de ingresos desde su tesis de grado de 1962 hasta hoy?

– Ha cambiado mucho. Cuando salió esta tesis dijeron que era una invención mía la existencia de grupos económicos, y hoy nadie lo discute. En ese entonces, hablábamos de un país con una economía totalmente cerrada, vale decir acá si había concentración había monopolio absoluto, porque no había bienes importados.

– ¿Y en Chile se ha logrado solucionar eso?

– Hay una alta concentración de la riqueza en Chile, eso está fuera de discusión. No te sabría decir porque son parámetros distintos para comparar al año ‘60 cuando estudié esa tesis. Lo que estoy diciendo es que la gran diferencia es que hoy día la existencia de grupos económicos está consagrada en la legislación, entre otras cosas porque los grupos no pueden prestarse plata a sí mismos. Y los organismos supervisores de nuestro sistema financiero y de sociedades anónimas establecen los mapas de los grupos económicos, cosas que en ese momento cuando yo lo planteé todo el mundo dijo eso no existe, eso es un invento de este caballero. Bueno no todos, pero mucha gente.

– En el último tiempo hemos conocido muchos casos de colusión, también de empresas que están vinculadas al financiamiento de campañas políticas. ¿Cómo ha visto usted todo esto? Porque es otra arista de cómo se concentra el poder y como funciona a nivel social.

– Es algo altamente negativo, pues tiene que haber una división muy clara entre el dinero y la política, y eso me parece que es esencial en un sistema democrático. La cancha debe ser pareja, y si a través del poder económico de algunos puedes incidir en desnivelar la cancha, eso es negativo. Es un tema que está en el debate hoy de toda la sociedad, y lo importante es tener claridad en los principios por una razón: la política es tarea exclusiva de los ciudadanos. Cada uno vale un voto. Una pequeña diferencia con el mercado, donde resuelven los consumidores, y la gran diferencia entre el ciudadano y el consumidor es que el segundo también es un ser humano, pero su peso está dado por el tamaño de su bolsillo. El peso del ciudadano es igual siempre.

– Pero existen ciertos vínculos que quizás deberían ser regulados a nivel legislativo. Permitir que parlamentarios estén tan ligados a una empresa, ¿eso podría ser prohibido o no?

– Bueno, según tengo entendido está prohibido, otra cosa es que tengan vasos comunicantes. Pero creo que es un tema tan antiguo como la existencia del ser humano y la relación del poder y la política, y el poder y el dinero. Por eso me parece que es tan importante establecer aquello, y que una empresa no pueda hacer aportes políticos, porque la empresa no piensa políticamente, pues por definición es una persona jurídica con mucha gente. Ahora, los dueños de la empresa son ciudadanos y tienen derecho a pensar lo que quieran, pero no la empresa. Y cuando el año 2003 por primera vez se quiere legislar y decir que ahora va a haber apoyo del Estado a las campañas electorales, la exigencia que hicieron los partidos de derecha fue decir ‘sí, pero las empresas también pueden aportar’. Yo me opuse como Presidente, porque no estoy de acuerdo con eso, pero la respuesta que se me dio fue que si no hay aporte de las empresas, tampoco habrá del Estado.

– Se habla de que usted está buscando los acuerdos con el PPD, la DC, incluso se comenta que se reunió con radicales aquí en la Región. ¿Usted pretende ser candidato único o está dispuesto a participar en las primarias de la Nueva Mayoría?

– ¿Quién inventó las primarias en Chile, cuándo fueron las primeras? Yo, con Eduardo Frei.

– ¿Qué diferencia hay entre esta elección, donde usted entra con mucha fuerza dispuesto a competir en todos los planos posibles, respecto a la elección del año 2009 o a ese proceso, donde usted se restó y no quiso competir con Eduardo Frei?

– Una razón muy sencilla y lo puedo decir ahora: le dije a los partidos que yo quería tener la última palabra en las listas parlamentarias. Porque dado el sitema binominal, entonces habían determinadas formas de cómo se designaban los candidatos. Si iba a ser presidente de nuevo, no quería estar colgado al teléfono rogándole a un parlamentario que vote A, B, C o D.

Ahora el tema de las listas parlamentarias lo va a resolver la reforma que se hizo al bonominal ¿se da cuenta?

– ¿Qué piensa usted del clientelismo en la política?

– Creo que es pésimo, creo que esta forma de buscar adherentes por esa vía. Yo siempre digo, la peor de las corrupciones es buscar el poder por el poder, porque la política es la menos humilde de las profesiones.

– ¿Cómo se define usted hoy ideológicamente?

– Como me he definido siempre, toda la vida he sido lo mismo. Los hechos cambian, usted no cambia los principios ni los sueños de país ni los valores reales.

Yo nací en una época en que había niños de mi edad que andaban a pie pelado, ese era el Chile que me tocó ver.

– ¿Entonces se define como socialista?

– Obvio, es lo que siempre he buscado, una mayor justicia social, en definitiva uno termina la definición en función y contexto de lo que hace, que no es menor.
 

 

"Una universidad pública en el sentido real es la UdeC"
 

 

El ex presidente valoró el vínculo de nuestro medio con la Universidad de Concepción, casa de estudios a la que calificó como de un real sentido público.

"La relación con la Universidad de Concepción le da una alta seriedad al diario. Tremenda universidad, comenzando por don Enrique Molina Garmendia. Si hay una universidad pública en el sentido real del término es la Universidad de Concepción, basta con conocer de historia".

El ex presidente, además recordó una anécdota que le ocurrió con la casa de estudios durante los años ‘60: "Le voy a decir una cosa, en medio de los procesos difíciles del ‘68, recibí un día un llamado de la facultad de Economía de Concepción, en ese tiempo yo era director de la escuela de Ciencias Políticas en la Universidad de Chile, y la Facultad de Economía acá me ofrecía que me presentara a rector cuando renunció David Stitichkin. En medio de las cosas salió una noticia chica, "Se ofrece al señor Lagos a Rectoría".
 

 

 ¿Y las universidades de rol público?

"Creo que las universidades estatales está claro que son las del Estado, pero a mí me parece que universidades como la de Concepción, que dicho sea de paso de privadas tienen muy poco pues fueron creadas con una ley. Me permití decir como Presidente, una vez inaugurando un año académico, que la universidad pública es aquella que tenía una vocación de servicio público. Nunca en la UdeC han pensado en lucrar con un superávit. Si el día de mañana hacen un balance y les da números azules, es porque hay más ingresos que egresos, pero eso se invierte en la misma universidad, y eso está fuera de discusión. Y por lo tanto, son universidades que hacen servicio público". 
 

 

Sobre DD.HH y Punta Peuco

– ¿Qué hará con Punta Peuco?

– Primero quiero decir lo siguiente. Dificulto que haya un país en el mundo que haya hecho un Informe Valech. Quién se atrevió a enfrentar el tema de prisión política y tortura (golpea la mesa). Le quiero decir que fue de las cosas más difíciles, porque pensé ¿abro una caja de pandora? Entonces, cuando a mí me dicen "Derechos Humanos", tengo la frente tan alta. Le diré algo más. El congreso va a aprobar algo que me parece pésimo, el Informe Valech. Para que la gente pudiera declarar libremente, les dijo; lo que usted declare, permanecerá reservado durante 30 años. A nadie le gusta ir a decir "declaro que me violaron por todos lados, que me pusieron ratones en la vagina’. A ninguna mujer le gusta decirlo. 

Cuando estuve por anunciar el Informe Valech, una mujer exige verme, me hace un lío en La Moneda. La recibo en mi despacho y me dice "cómo me ve Presidente". Bueno, le digo yo, la veo muy bien. "¿Soy joven todavía, verdad?". Bueno, sí, joven. Me dice, "Señor, tenía 15 años, relaté todo lo que me pasó, espero llegar a ser abuela hasta los 80 años y no quiero que mis nietos sepan lo que me pasó, que lo sepan cuando ya me morí, 30 años es poco señor".

– ¿Pero, Punta Peuco, ex presidente?

– Haber (golpea fuerte la mesa), estamos hablando de estas cosas, después hablamos de Punta Peuco. Es muy serio lo que te estoy diciendo. Entonces, por esa mujer dije 50 años. ¿Era para proteger a los señores militares? No. Mucha gente me agradeció la Comisión, porque entendieron que era la forma.

Ahora, usted me dice Punta Peuco. ¿Sabe usted cómo se creó? Me dijeron que yo como ministro de Obras Públicas construyera una cárcel y que había que hacerla de inmediato, y que dictara un decreto. Yo dije no, el que tiene que tomar esa decisión como ministro, de saltarse ciertas formas para hacer una obra urgente, soy yo y no lo voy a hacer; no firmo. Y se produjo el incidente que todos deben recordar cuando puse mi cargo a disposición al presidente porque no iba a firmar eso. Se armó una trifulca tremenda.

¿Cuál fue la solución? Punta Peuco y dijeron esa fue una ley especial de la República. Yo no tengo que ver nada con Punta Peuco (se sacude las manos), la construí , claro, porque fue una ley.

 

Lagos y la Descentralización

"Lo más importante es que el tema ya está colocado, lo cual es un avance. Ahora, primera cosa, cuáles deben ser las regiones, por qué tenemos las que tenemos, de dónde salieron las 13, a las cuales un gobierno les agregó dos. Las creó Pinochet, en 1978. ¿Qué pasaba ahí? Faltaba un año para los 100 años de la Guerra del Pacífico, y Argentina acababa de declarar nulo un recurso que fallaba a favor de Chile los temas limítrofes con ellos. Entonces, lo que primó ahí fue hacer regiones pensando en un conflicto geopolítico como los vecinos, que no es el caso de hoy. Entonces digo, a ver, queremos cambiar muchas cosas, por qué no comenzamos preguntándonos qué regiones queremos hacer. Y no necesito explicar nada más si estoy en Concepción, que en la historia de Chile ha jugado un rol tan determinante, y en un momento en la Colonia se discutió si Concepción o Santiago era la capital del país, porque aquí estaba la línea fronteriza con los que estaban al otro lado del río. Y muchos pensaron que Concepción también podía ser la capital". 

"O sea, hay un tema acá de cual va a ser la capital, pero a esta altura eso está zanjado yo diría. Me parece primero el tema de dónde discutimos las regiones, y segundo, cómo somos capaces de avanzar en otras direcciones. Respecto a las elecciones de intendente, me parece que es normal que eso ocurra, pero si hoy existe una figura que se llama intendente que lo designa el Presidente de la República y se quiere desdoblar en que unas actividades van a ser las de alguien que represente al Presidente en la Región, y de alguien que la Región elige para que sea su intendente bueno, es una instancia que habría que calcular muy bien y establecer claramente las facultades de uno y otro, los derechos de cada uno". 

 

 

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