Directiva de gremio que los agrupa, Fiden, arribó ayer a la zona para explicar alcances de normativa propuesta. El alcalde de Talcahuano, Gastón Saavedra, la rechazó de plano.
Directiva de gremio que los agrupa, Fiden, arribó ayer a la zona para explicar alcances de normativa propuesta. El alcalde de Talcahuano, Gastón Saavedra, la rechazó de plano.
De acuerdo a cifras entregadas por la Asociación Gremial de Operadores, Fabricantes e Importadores de Entretenimiento Electrónico, Fiden, en la Región del Bío Bío existen un total de 16.500 máquinas en los llamados "casinos populares", industria del entretenimiento que estaría moviendo como mínimo $2 mil 295 millones mensuales, lo que al año significarían $27 mil 540 millones, considerando que 15 mil tragamonedas distribuidos en 5 mil negocios, recaudan $30 mil pesos al mes en promedio, mientras que los otros 1.500 en locales exclusivos para ello ingresarían no menos de $150 mil.
Es por ello que la organización busca que se lleve a cabo un proyecto de ley en el parlamento y para ello tienen una serie de propuestas, una de los cuales es la aplicación de un impuesto del 5% a las máquinas con la finalidad de ser destinado a los municipios.
De llegar a puerto la propuesta, $114 millones de pesos al mes se irían a las arcas municipales de la Región, lo que en 12 meses se traduce en $1.368 millones.
"Finalmente, en un escenario así lo que tendría que pagar un operador es el 19% del IVA, el 5% por el impuesto especial que proponemos, los impuestos personales de cada contribuyente y, además, las patentes comerciales que todos deben pagar", explicó el vicepresidente de Fiden, Sebastián Salazar.
Cabe recordar que las tragamonedas no son bien vistas por los municipios, quienes realizan fiscalizaciones periódicas.
En Concepción, a comienzos de año, se clausuraron dos de estos locales tras intensas inspecciones. En la oportunidad, la directora jurídica, Ximena Torrejón, explicó que uno de ellos no contaba con patente municipal y el otro no figuraba en las listas de la Superintendencia de Casinos de Juegos.
Ya en mitad del 2013, el alcalde Álvaro Ortiz lideró una cruzada por mantener a raya los 170 locales registrados en aquella oportunidad, incluso no renovando patentes de locales con venta de alcohol.
"No hablaría de mini casinos, sino que de verdaderos casinos que han ido poblando la ciudad de Concepción", declaró públicamente Ortiz tras los operativos que incluyó a Carabineros.
Dicha resistencia se vio también en la capital de la provincia de Ñuble , Chillán, cuando en el 2014 el alcalde Sergio Zarzar reguló el mercado contra viento y marea mediante una ordenanza municipal, algo que otras casas consistoriales también han realizado, en parte presionados por la oposición de ciertos sectores de la sociedad civil que no ven con buenos ojos este negocio que genera dudas.
En el resto del país el rechazo es similar. El alcalde de Puerto Montt, Gervoy Paredes, igualmente entregó instrucciones de no renovar las patentes y entregar nuevas para la instalación de más salas.
El argumento público de fondo: "se ve bastante fea la ciudad. Estamos haciendo un esfuerzo por embellecerla, por lo que se debe entender que todos tenemos que sacrificarnos para eso".
La primera autoridad de esa comuna manifestó que este tipo de negocio es nefasto tanto para los aspectos de vida familiar en lo social y económico.
"Hay muchas personas que sufren por estas cosas, que se transforman en ludópatas, arriesgando a veces todo su capital, con todo el drama social que esto acarrea en las mismas familias. Alguien tiene que tomar el toro por las astas", señaló públicamente.
La problemática no escapó de ser solo un problema relegado a los alcaldes, llegando así a La Moneda.
Durante el año pasado, el debate se reavivó cuando el subsecretario de Prevención del Delito, Antonio Frey, aseguró que se trabajará en un proyecto de ley que busca prohibir o regular.
"Vamos a tener una postura de Gobierno al respecto, en virtud de elaborar un proyecto de ley que permita tener una mirada en relación a dos vertientes: ya sea prohibición o regulación (de estas máquinas)", manifestó ayer Frey durante el año pasado.
Propuesta reguladora
Es por ello que Fiden busca que se regularice la situación y el objetivo es que se cree un decreto de ley. Para ello tiene una propuesta de 11 ítems generales, con puntos específicos, bajo la asesoría del ex superintendente de Casinos de Juego, Francisco Javier Leiva, quien junto a una comitiva del gremio llegó ayer a Concepción para participar de una reunión con el municipio.
"La propuesta de Fiden es un proyecto de ley que busca regular esta actividad económica que actualmente se regula mediante ordenanzas municipales y que son todas heterogéneas según las condiciones que define cada municipalidad. Además, en materias que debiendo ser reguladas, contraloría a dictaminado que es ilegal que las municipalidades regulen vía ordenanzas, por ejemplo, prohibición a menores de edad, lugares de emplazamiento, expendios de alcoholes", detalló Leiva a Diario Concepción.
La ex autoridad de Gobierno también recalcó que hay una "necesidad como país que todo sea normado por este proyecto de ley. Ese es el trabajo que me correspondió desarrollar para Fiden y estamos difundiéndola. Lo hemos hecho a nivel del mundo del Congreso, con diputados y senadores, Ministerio del Hacienda, del Interior y Segpres. También visitas a regiones para exponerlos a alcaldes y concejales", recalcando que requiere del apoyo del Poder Ejecutivo.
¿En qué consiste? Tiene tres objetivos generales: el juego desarrollado mediante máquinas recreativas de premio programado. Segundo, las actividades relacionadas con dicho juego y, en particular, la fabricación, importación, exportación, comercialización, instalación y explotación de las máquinas, así como la homologación y registro de modelos y programas de juego. Tercero, velar por los establecimientos destinados a su práctica.
Así entonces, el documento despliega 11 ítems con puntos específicos. El primero de ello se refiere a las características de las máquinas, luego aborda los gabinetes relativos a la seguridad; las condiciones de para el funcionamiento de las mismas; el sistema de gestión y monitoreo; la creación de una autoridad reguladora y fiscalizadora; el impuesto específico ya mencionado como también todos los requerimientos de las salas y puntos de ventas.
Rotundo rechazo
El alcalde de Talcahuano, Gastón Saavedra al ser consultado por esta iniciativa mostró su profundo rechazo, siguiendo la tendencia natural frente a esta actividad.
"Mi opinión será oponerme al desarrollo a una ley que propicie lugares así", dijo la primera autoridad de la ciudad puerto.
Añadió firme que "no es conveniente para el comercio. Uno quisiera que el desarrollo territorial sea para el comercio para que generen empleos de calidad".
Y al igual que otras ciudades fiscalizan continuamente y sin dar la posibilidad a la renovación de patentes.
¿Máquinas de azar o sólo de entretenimiento?
Se les llama "casinos populares", por su fácil acceso, ya que la mayoría se encuentran en calles céntricas de las ciudades, lo que genera críticas. Hay una discusión de si son o no máquinas de azar o de simple entretenimiento. La línea es delgada, es por ello que el mismo documento Fiden trata de explicar el alcance.
"En las máquinas recreativas de premio programado, el premio depende de la programación que tenga la secuencia de combinaciones, algunas de las cuales tienen asociados premios y otras no. De modo que al cabo de una secuencia de jugadas, la máquina tiene que devolver una cantidad determinada de lo que se ha apostado en ella. En cambio, las máquinas de azar cada vez que un jugador realiza una apuesta, la máquina efectúa un sorteo mediante su generador de número aleatorio, lo que puede entregar una combinación con premio o no".