
Tras la baja de la segunda licitación, quedaron en nada seis años de trabajo y \$80 millones destinados al diseño del recinto. Los niños que ahí viven siguen esperando.
El hecho quedó constatado en la última visita de la Comisión Interinstitucional de Supervisión de los Centros Privativos de Libertad de Adolescentes. Condiciones siguen siendo deficientes.