
Para Einstein, es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio. Sin embargo a pesar de las dificultades que imprime, está saga aspira a cuestionar algunos prejuicios y a proponer algunas ideas para generar un marco constitucional compartido y que acompañe al progreso de la condición humana de nuestro amado Chile.
Resulta fundamental elevar la calidad de la deliberación democrática de los representates, para poner el derecho sobre la arbitrariedad, la ciencia sobre la creencia, el conocimiento y la presición por sobre la intuición, la duda por sobre los dogmas, reemplazar la afirmación por el diálogo.
Es momento de repensar los mapas y cartografías, desde las ideas de libertad y dotarles de expresión política desde de la ciudadanía.
Solo es posible la democracia, en cuanto sistema de convivencia social, bajo el imperio de la Ley y en ningún caso sonetida al imperio discrecional de los hombres.