
¡Los relojes atómicos actuales son tan precisos que se descalibran en sólo 1 segundo cada 300 mil millones de años! Así fue como la imprecisa maquinaria del Sistema Solar fue reemplazada por el puntual átomo para calibrar nuestros relojes y los físicos desplazaron a los astrónomos como los nuevos guardianes del tiempo.