
Analistas y gestores públicos coinciden en que declaraciones son interesadas en una y otra dirección. Y mientras algunos critican el tardío actuar del Ejecutivo, otros sostienen que la medida es posible. Hoy se inicia discusión de la iniciativa en la comisión de Constitución de la Cámara de Diputadas y Diputados.
Ser políticamente responsables nos obliga a ponernos delante de los sátrapas en potencia, rechazándolos sin ambigüedades.
El complejo escenario al que hemos sometido a una cada vez más frágil democracia, no solo tiene que ver con el evidente deterioro del diálogo y la deliberación sino ha ido aún más lejos y ha comenzado a horadar las bases de nuestra Institucionalidad.
Es hora de opinar desde el respeto, sin descalificar a las personas que piensen distinto, de combatir las nuevas formas inquisición.
Cómo decía Antoine de Saint-Exupéry, en el Principito “Solo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”. Y son los representantes políticos los llamados a fundir técnica y sensibilidad para ver lo esencial pero poder procesarlo a través de la buena deliberación pública.
La ausencia de liderazgos, coherentes, cohesivos, dotados de sentido común, empatía y visión de futuro nos puede llevar a lo planteado por Shakespeare, “Es el tiempo de la peste cuando hombres dementes lideran a los ciegos.”