
La última medición arrojó una disminución de la percepción de la economía (de 53 a 50) ubicándose en una zona neutra. Si bien esto demuestra una mayor cautela, destaca el avance del teletrabajo y de la proyección de inversión.
La “nueva normalidad” implicará que las empresas establezcan directrices basadas en las lecciones aprendidas, así como planes de contingencia sólidos para crear resistencia y responder a futuras crisis.
Destaca el porcentaje respecto a las dos últimas mediciones de junio de 2017 (22%) y junio de 2016 (23%). En el análisis global, se mantiene un optimismo moderado.