Conocer las historias de las personas y sus necesidades de primera fuente otorga precisión y eficiencia al diseño de políticas públicas y programas sociales para ofrecer servicios que vayan más allá de la simple asistencia y logren la superación de la vida en calle. No podemos seguir viendo cómo hermanos nuestros caen por las grietas del sistema y no hacer nada.