
La educación es la mayor y mejor política pública para nivelar la cancha y acercarse a una sociedad de igualdad de oportunidades. Hacerlo con compromiso y responsabilidad para elevar el estándar, sin olvidar nunca que la educación pública es una atención preferente del Gobierno.
El poder de las redes sociales exacerba conductas antisociales y, desgraciadamente, sus algoritmos de difusión las potencian aún más. Llegará el día en que deberá existir mejor regulación si las empresas tecnológicas no son capaces de autorregularse.
Sus vidas nos llaman a no olvidar lo que hicieron por sus congéneres y nos refuerzan en nuestra propuesta para una nueva Constitución de Chile el reemplazo del lema nacional que hoy está en nuestro Escudo Nacional “Por la razón o la fuerza”, por uno mucho más empático y a la altura de nuestros tiempos: “Por la fuerza de la razón”.
Chile, al igual que otros países de América Latina están viviendo procesos de masificación al acceso a las tecnologías digitales desde muy temprana edad.
En nuestro continente latinoamericano, y en especial en Chile, las redes sociales han jugado un rol para bien y para mal. Y en los aspectos negativos, aún no hemos tomado conciencia de los efectos nocivos que puede estar generando esta red social.
Los documentos, conocidos como los “Pandora Papers” deben su nombre al mito griego de la Caja de Pandora, quien al abrir la caja dejó salir a todos los males que podían afectar a la humanidad: avaricia, egoísmo, envidia, traiciones, guerras, enfermedades, etc.