
Las representaciones discursivas de la diversidad sexual en las redes sociales muestran, en general, un rechazo hacia la comunidad LGBTIQ+. Un grupo de investigadoras comenta cómo estos prejuicios sexuales encuentran ahí un espacio, donde el anonimato y el afán de lograr adhesión son factores clave.
Solo en 2020, Chile registró un aumento del 14,7% en denuncias por homofobia y transfobia, cifra preocupante que demuestra un alza en la discriminación, por parte de opositores a la libertad.
El momento constituyente que vive Chile y su encuentro con el Día del Orgullo a fin de junio de 2021, es una oportunidad para avanzar en la situación de protección y promoción de derechos de personas LGBTIQ+ y contar con un marco constitucional que favorezca terminar con las históricas situaciones de exclusión, discriminación, violencia y vulneración de derechos. Un marco constitucional del que podamos hablar con “Orgullo” todas las personas.
Los postulantes tienen una serie de iniciativas en la materia como modificaciones a los contenidos educacionales y reformas a las normativas judiciales, además de programas municipales.
De enorme importancia también es que vayamos estableciendo formas sanas de vincularnos, aprendiendo cómo ser empáticos frente a la realidad del otro, buscando formas de autocuidado y, si nos es posible, mostrando nuestra disponibilidad de auxiliar a quién lo necesita.