
Los contenidos engañosos confunden, inducen al error y se propagan en forma exponencial. La regla para vacunarse contra la información falsa sigue siendo la misma: revisar quién es el transmisor e identificar la fuente original de la información.
La circulación de mentiras y noticias falsas sobre el coronavirus y la pandemia es de tal magnitud que hasta fue necesario crear un neologismo para encapsular el asunto.
En la obra de Camus, las reacciones de la población tienen parecido con la actualidad. En las primeras semanas, la creencia de que nada –la peste o la Covid-19– afectará la vida “normal”. Con el tiempo, no hay cómo refutar la realidad.