Este fruto, símbolo de la zona patagónica, tiene compuestos con propiedades antioxidantes, de gran interés científico, porque se relaciona con la prevención o retardo de la oxidación celular, que es la causa del envejecimiento y otras enfermedades.
Su contenido antioxidante es de tres a cuatro veces superior al de la mayor parte de otras frutas y verduras.