Caminar por la costanera del Río Biobío o subir una calle empinada del Cerro Caracol de Concepción puede ser un reto trivial para la mayoría. Pero para quienes viven con fibrosis quística pulmonar, cada paso puede sentirse como una batalla por respirar.
No podemos entender que, en 2022, una familia aún deba considerar que su hijo o hija no puede proyectarse más allá de los 27 años de edad.