
Investigaciones recientes han destacado que los sistemas cerebrales y cognitivos son, cuando envejecen, más dinámicos y plásticos de lo que se pensaba. El cerebro de las personas mayores responde a los cambios anatómicos y fisiológicos que se producen con la edad mediante una reorganización continua de sus funciones, con el fin de apoyar al sistema cognitivo que presenta deficiencias.