
Es evidente que el camino a la integración total es largo. Deben existir los espacios para la reflexión sobre el tema y entender que toda persona es un sujeto de derecho e integrante de la sociedad.
Hace algunos meses, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) condenó a Lituania en un caso relacionado con el ejercicio de la libertad de expresión y la facultad para restringir la circulación de cuentos infantiles que contuvieran materias vinculadas con la diversidad sexual.