
Se requieren estrategias que enfrenten las desigualdades y violencias de género, ello implica representación de mujeres en la política y las políticas, así como acciones decididas para transversalizar el enfoque de género y la paridad como base para el desarrollo de una acción pública no sexista.
Las instituciones de educación superior deberán contar con una política integral, que incluya un modelo de prevención y de investigación y sanción, construido con la participación de los distintos estamentos.