Puede ser una balsa que transporta organismos, hundirse para entregar carbono y alimento, perder peso y recuperar flotabilidad.
Publicado en la revista Science of the Total Environment, la investigación liderada por el estudiante de Doctorado UdeC Javier Pinochet, demostró cómo la depredación bentónica, permite que plásticos hundidos por bioincrustaciones recuperen su flotabilidad.