
No es posible el goce efectivo del derecho a la salud, si otras comunidades y otros países no pueden acceder a él.
Los Derechos Humanos que se consagren en la nueva Constitución debieran permitir la construcción de un nuevo modelo socialdemócrata de Estado, con políticas públicas llamadas a implementar pisos mínimos universales, que sean capaces de crear igualdad de oportunidades para todas las personas, avanzando a un ideal de sociedades justas.
La nueva Constitución, si quiere ser en verdad el reflejo normativo de un nuevo pacto social, no puede olvidar que la cultura y la diversidad en ella es algo esencial.