
La anemia infecciosa equina es una enfermedad grave que afecta solo a caballos, yeguas, burros y mulas. No tiene cura, vacuna ni tratamiento, y puede causar síntomas severos que incluso pueden ser mortales. Los equinos que sobreviven se convierten en portadores, lo que aumenta el riesgo de contagio a otros équidos. No afecta a las personas ni a otras especies.