
Turismo en verano, pero también migración definitiva, han aumentado la población de ciudades y pueblos que hasta ahora se consideraban periféricas, o que solo eran visitadas en la temporada estival. Los alcaldes ven la situación con optimismo, aunque represente una carga para los servicios sanitarios o de educación. Esta migración de la ciudad al campo, dicen especialistas, puede superar la duración de la pandemia.