
Desde representantes de la educación pública y privada ven como una medida positiva el hecho de que los estudiantes generen un hábito, el que también ayudaría a integrar a los alumnos de comunidades migrantes hoy presentes en las aulas locales.
Durante estos primeros días se espera que las personas puedan adquirir estos elementos de protección personal, para cumplir con la norma para establecimientos educacionales.