
Lo que está en juego son fuentes de trabajo de cientos de vecinos, y a su vez una de las actividades con más arraigo y sentido de comunidad que existe en el sector.
Tras complejo sistema frontal, los pescadores aún no pueden volver a zarpar para extraer recursos marinos por el cauce del río Biobío. A esto también se suma los graves daños en sus botes y la pérdida de herramientas para la pesca.