
Con la pandemia, y la necesaria utilización de las clases on line, los desafíos de seguridad se agudizaron y prácticas, faltas y delitos como el ciberbullying, grooming y el sexting asumieron un carácter global, que traspasa fronteras, y que puede llegar a generar graves daños no solo menores de edad, sino que a familiares y amigos.