
Vendedores, aglomeraciones y el ruido entorpece la accesibilidad, seguridad y la autonomía de personas ciegas y con problemas de movilidad.
El comercio ambulante se ha convertido en un fenómeno social en todas las ciudades, puesto que representa la única fuente de ingreso para muchas familias. Pero el comercio ilegal de productos importados en las veredas de los centros urbanos está lejos de ser una actividad precaria y desprotegida.