
La mala alimentación y sedentarismo son grandes responsables del aumento de una condición que no tiene cura y puede generar complejas comorbilidades que se asocian a discapacidad y muerte prematura, pero que se puede prevenir o controlar con estilos sanos.
Vivir el climaterio es inevitable como parte de la naturaleza femenina y conlleva diversos cambios que causan malestares que sí se pueden prevenir o minimizar con hábitos saludables a lo largo del ciclo vital.
Reconocer las experiencias desde la infancia a la vejez como pilar en la formación de hábitos puede orientar efectivas estrategias que fomenten la salud de una población que cada vez vive más años y con más enfermedades.
Aunque verduras y hortalizas siguen tendencia al alanza de precios, la oferta de alimentos frescos y sanos en invierno es amplia y variada.
Chile con su vasta costa y diversas condiciones biogeográficas provee gran variedad de nutritivos productos marinos, pero que escasamente incluidos en la dieta habitual.