
En tres décadas el grupo de mayores de 65 años aumentó más del doble y así las patologías asociadas a la edad, pero se pueden prevenir o retrasar con estilos sanos y alimentación de calidad.
En pocos años se ha vuelto la segunda patología oncológica más frecuente en Chile y en Biobío se ha hecho evidente el gran aumento en personas cada vez más jóvenes, atribuido a hábitos nocivos y obesidad como prevalentes factores de riesgo modificables, a diferencia de la edad y genética.
Los hábitos determinan la salud y el cerebro no está ajeno, y así influye en sus funciones, energía, ánimo y capacidades para afrontar demandas diarias.
Semanas bastan para desajustar los vitales ciclos de alimentación o para dormir y despertar, lo que puede tener diversos efectos negativos que ahora es tiempo de ordenar y combatir.