El comercio ambulante se ha convertido en un fenómeno social en todas las ciudades, puesto que representa la única fuente de ingreso para muchas familias. Pero el comercio ilegal de productos importados en las veredas de los centros urbanos está lejos de ser una actividad precaria y desprotegida.
Nuevo estatuto facilita la investigación y persecución, en tiempos de índices de victimización del comercio al alza.
Hace más de una década que el comercio ambulante figura en la pauta de reuniones de autoridades de gobierno, Carabineros, servicios sociales, comerciantes, sindicatos y otros actores. Es una situación de difícil solución.
Impactos de la pandemia se han traducido en alza de las importaciones y retrasos de los embarques entre otros. Gremio acusa además problemas por el comercio ilegal presencial y por redes sociales.