Hablamos de una responsabilidad de los padres respectos de sus hijos e hijas, recién nacidos, por eso la decisión tiene mayor relevancia, ya que el infante no puede resolver por si mismo.
Existen muchos peligros en el ambiente tras el entierro de un animal, debido a la descomposición y posibles enfermedades infecciosas. Especialistas y municipios plantean que es necesario que se regule esta práctica.