Pese a que las movilizaciones sociales han afectado al sector, la tradicional zona gastronómica penquista ha visto incrementado el flujo de clientes.
El producto, que promueve la electromovilidad, se agotó durante la navidad en tiendas y a través de internet. Se espera que durante las próximas semanas lleguen más.
Tras el estallido social, María Graciela Martin siguió sirviendo colaciones a tan sólo \$1.500. “Celebro a los chicos que protestan. Los felicito. Jamás los condenaría”, dijo.
En general existe acuerdo por parte de los trabajadores consultados en que es una medida positiva. Pero no resuelve la situación en el largo plazo, dicen los dueños de tiendas.