
Al preguntar si se ha gobernado para todos, la respuesta de acuerdo a esa posibilidad baja a 27%, del 44% del año pasado, de modo similar la opinión sobre si el país marcha en la dirección correcta baja a 35%, del 51% del 2018.
No es, entonces, sorprendente que el 81% de los chilenos crea que las instituciones están en crisis y que, de estas, la familia política y la iglesia resulten ser las peor evaluadas.
No hay tema más incendiario que la migración para mover a los extremos hacia las urnas.
Evidentemente, queda camino por recorrer para que la mujer alcance su total realización personal.
La mayoría coincidió en que la transparencia sigue siendo clave para la ciudadanía. Los actores del mundo público, dijeron, deben cambiar el discurso y ser más proactivos.
Seis de cada 10 personas señalan que no tienen alguna posición política. Es igualmente desalentador observar el estado de desapego con las instituciones señaladas como tradicionalmente emblemáticas en materia de generación de confianza.