
Fueron 50 estudiantes de primer año de la Universidad Andrés Bello, los que adhirieron a la invitación del Injuv, la Seremi de Vivienda y Conaf.
El convenio se enmarca en un plan de trabajo de cinco años. Se espera que en total se planten poco más de 2 millones de especies arbóreas.
Voluntarios plantaron variedades de Arrayán, Quillay, Corcolén, Espino, Lingues, Olivillos, entre otros. Esta correspondió a la primera de dos tandas de reforestación.
El recién asumido director, Fernando Raga, asegura que la solución es que los productores se sumen a un cambio tecnológico que brinde valor agregado a los menores volúmenes, como también una normativa que impulse volver a plantar óptimamente.