
Grupos acotados de 10 personas máximo y bajo todas las medidas sanitarias pertinentes al actual contexto, el espacio expositivo se vuelve a reencontrar en la presencialidad con la comunidad penquista.
Aunque no hay nada oficial ni modificaciones que indiquen un mayor aforo -producto del pase de movilidad- se hace necesario para el sector artístico poder generar ingresos con la reapertura de los espacios culturales, tal como lo ha hecho el retail en el contexto pandémico.
Primeros días han sido con mesas llenas, un estricto control sanitario y con deseos que se haga lo más extenso posible. Rezagados se mantienen a la espera de poder sacar sus mesas y otros siguen como antes sin mejorar sus ventas.
Tras ocho meses cerrada, se atenderá al público aplicando todas las medidas de salud determinadas por las autoridades y los debidos protocolos para un correcto y seguro funcionamiento, tanto para los usurarios como para quienes conforman el personal del espacio municipal de lectura.
Se les habría informado a los trabajadores de un checklist de locales que detalla un listado de medidas mínimas que deberán ser aplicadas al interior de locales gastronómicos.