Los Macaya comenzaron a involucrarse directamente en la caza de ballenas cuando adquirieron un buque en 1944.
Como forjador de la Universidad de Concepción, participó del acuerdo de la celebración del “día de la universidad”, festejo que debía efectuarse durante la “fiesta de los estudiantes”, en la cual se realizarían colectas públicas en toda la zona sur del país a beneficio de las escuelas de la naciente Universidad.