
La fuga de talentos es una manifestación de esta situación que debilita a las regiones. Es precisamente, esta la oportunidad para reflexionar cuántos profesionales, empresas, actividades deciden instalarse en lo que fuera la “capital del Reino” para poder prosperar, ser comprendidos y reconocidos, por falta de espacio regional.
Algunos parlamentarios enfatizan no tener expectativa alguna, otros por el contrario apuntan al rol que pueden tener los consejeros constitucionales y ellos mismos, por la cercanía con quienes forman parte del Comité. Pero, claro, uno de “los bordes” plantea que Chile es un Estado unitario y descentralizado.
Al final de cuentas, la percepción que queda es que, una vez más, son las figuras de la zona metropolitana las únicas con las capacidades y currículum suficiente para decidir por sobre todo el resto del país y sus instituciones.
Actores sociales y políticos locales destacan que mirada territorial, fuera de la RM, queda relegada, tras la aprobación en el Congreso de los 24 nombres que integran la instancia.